Arquitectura, escultura y música de todos los estilos en el Camino de Santiago

Peregrino en la Ciudad de la Cultura. / FrAn LaREo para Mundiario
Peregrino en la Ciudad de la Cultura. / FrAn LaREo para Mundiario
También la danza, con danzas populares que se están recuperando, danzas populares que a veces se han dejado tejer por los pies de niños vestidos a la vieja usanza.
Arquitectura, escultura y música de todos los estilos en el Camino de Santiago

El Camino de Santiago está muy relacionado con la creación artística. En el caso de la arquitectura ya hemos hablado de la identificación camino/arte románico. Hoy ya queda superado. El Camino como intercambio de ideas ha hecho que todas las corrientes artísticas se encuentren reflejadas en él, desde el románico hasta las últimas novedades arquitectónicas y de ingeniería civil: iglesias, edificios oficiales, nuevas residencias, puentes de moderna ejecución van acompañando nuestros pasos.

Otro tanto podemos decir del arte mueble: escultura, pintura, orfebrería, obras en cerámica, un sinfín de piezas asociadas a la arquitectura o que por sí mismas individualmente enriquecen el acervo artístico de la peregrinación.

Y lo mismo se podría decir de la creación musical. Tan solo con acercarnos a las bibliotecas de las capillas musicales de catedrales, colegiatas y monasterios nos haría percatarnos de la riqueza que el culto al Apóstol aportó a la composición de música sacra. Pero al lado de ella sabemos que floreció otra música, música culta y, sobre todo, música popular. Conocemos hasta algunas de las canciones que cantaban peregrinos extranjeros, sobre todo las más difundidas fueron las de los peregrinos franceses. Pero junto a ellas en España se ponía música a letras de romances, y si pensamos en Santiago, no podemos dejar de citar el romance de don Gaiferos, como en Maragatería tendríamos que cantar el romance de la peregrina.

Y junto a ella, también la danza, con danzas populares que se están recuperando, danzas populares que a veces se han dejado tejer por los pies de niños vestidos a la vieja usanza, como ocurre con la danza peregrina de Llanes en Asturias, que se baila el día de San Roque, el peregrino francés que desbancó a San Sebastián como protector contra la peste, aquella temida y mortal enfermedad que entraba por nuestros puertos y era llevada involuntariamente por los hombres a lo largo de los caminos. @mundiario

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