¿El Alzheimer y la contaminación pueden estar relacionados? 

Imagen relativa a la lucha contra el alzheimer. / EuroEspes
Imagen relativa a la lucha contra el alzheimer. / EuroEspes

Un importante estudio conjunto ha determinado que la contaminación ambiental en Ciudad de México estaría asociada con el desarrollo de Alzheimer en niños y adultos jóvenes.

¿El Alzheimer y la contaminación pueden estar relacionados? 

La contaminación ambiental en Ciudad de México estaría asociada con el desarrollo de Alzheimer en niños y adultos jóvenes. Así lo ha dejado claro un importante estudio firmado por las universidades de Montana, Valle de México, Boise State, Veracruzana, el Instituto Nacional de Pediatría de México, el Paul-Flechsig-Institute for Brain Research y la empresa alemana Analytik Jena.

La investigación, publicada en el Journal of Alzheimer's Disease, sostiene que los elevados índices de contaminación que agobian a la capital de México podrían estar relacionados con la propensión a desarrollar la enfermedad que reduce considerablemente la memoria y otras funciones cerebrales.

Para llegar a esta conclusión, los científicos han identificado el daño axonal en evolución mediante la utilización de un nuevo ensayo en el líquido cefalorraquídeo. El estudio abarcó unas 507 muestras normales.

“La contaminación del aire es un problema grave de salud pública y las exposiciones a concentraciones de contaminantes del aire en o sobre los estándares actuales se han relacionado con la neuroinflamación y el alto riesgo de enfermedad de Alzheimer”, explicó la doctora Lilian Calderón-Garcidueñas.

El asunto resulta realmente preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que esta no es la primera vez que la ciencia apunta hacia la relación entre la enfermedad degenerativa y la contaminación en la CDMX. 

Una investigación desarrollada por la Universidad de Lancaster, Reino Unido y publicada en el Proceedings of the National Academy of Science (PNAS) en 2016, determinó algo sorprendente: en el tejido cerebral de los habitantes de la Ciudad de México existían pequeñas partículas de metal que se desprenden de los gases de escape de la combustión de los motores que viajaban hasta la nariz para instalarse en el cerebro. @mundiario 
 

Comentarios