La gastronomía en los Caminos: Almejas de Carril

Ruta del Ulla. / Arturo Franco Taboada
Ruta del Ulla. / Arturo Franco Taboada

Primer capítulo de La gastronomía en los Caminos, la nueva serie de Arturo Franco Taboada en MUNDIARIO. Llega un Diccionario de cocina de los caminos en Galicia al hilo del Camino de Santiago y del próximo Xacobeo.

La gastronomía en los Caminos: Almejas de Carril

Una vieja leyenda jacobea asegura que la comitiva que transportaba los restos del Apóstol Santiago, cuando se dirigía al Finisterre, fue expulsada por la reina Lupa que gobernaba aquellas tierras del norte. Obligados a dirigirse hacia el sur, penetraron en el mar de Arousa, retomando la antigua vía abierta por las legiones romanas que habían dejado sus huellas con sus puentes y caminos. Hallaron al fondo de aquel estuario, un río que penetraba el territorio hacia el este. Siguieron hasta su nacimiento, donde finalmente depositaron los restos sagrados.

Hoy considerado uno de los caminos fluviales de Santiago, el río Ulla, tiene en su embocadura un pequeño archipiélago de islas. Una de ellas, Cortegada, está unida en la bajamar a una pequeña y antigua parroquia, Santiago de Carril. Un gran canal, banco de arena, une la isla con la población costera, al que los nativos llaman por su extraordinaria abundancia en bivalvos “o canle dos viveiros”.

Si algún peregrino se aventura por esta ruta fluvial durante los días húmedos de otoño, la brisa suave del sureste que envuelve aquellos parajes le traerá el aroma fresco de la hoja de laurel que procede de los bosques laurisilva de la isla cercana, y durante la bajamar se asombrará al descubrir una tierra parcelada, como una plantación agrícola que aflora mostrando una portentosa riqueza de marisco. Frutos del mar, frescos y recién emergidos, que rezuman un olor especial, sabroso y alimenticio de algas y mariscos. Venerupis pullastra, almeja babosa gallega, es la Reina de las almejas, sobre “La Fina” y “La Japónica”. Este selecto lamelibranquio es también propio de las rías de Muros y Noia, y es uno de los más preciados tesoros de la Galicia marinera, una joya culinaria que todavía hoy se recolecta a mano, casi una a una y se engorda en ancestrales parques, primitivas granjas de cultivo, que en la ría de Arousa se extienden generosas por su costa, desde Carril a Vilagarcía y Cambados. La hoja de laurel de aquellos bosques insulares, puede considerarse una especie preciosa, incluso después del descubrimiento de las Indias. Con su aromático sabor acompaña a las caldeiradas de pescados y mariscos, y forma parte de la memoria culinaria de las pequeñas villas costeras de Galicia. @mundiario

Almejas a la marinera. “Ameixas á Mariñeira”. En cazuela de barro: Sofrito de cebolla, tomate triturado, ajo, laurel, aceite oliva, pimentón, perejil, harina, salsa tomate, sal y vino blanco. 

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