Alertan sobre una nueva ola de "secuestros virtuales" en España

Unas manos atadas. / Mundiario
Unas manos atadas. / Mundiario
Los delincuentes simulan tener secuestrado a un familiar del contactado, de esta manera generan pánico y lo convencen de que pague.
Alertan sobre una nueva ola de "secuestros virtuales" en España

La proliferación de "secuestros virtuales" ha encendido las alarmas de la Guardia Civil española, con especial énfasis en Madrid.

Se trata de una modalidad delictiva que consiste en infundir pánico a la persona con la que se contacta telefónicamente y hacerlo de tal manera que se la convence de que el comunicante tiene retenido a un ser querido y que solo a cambio de dinero recuperará la libertad.


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Ahora bien, se le conoce como virtual porque el rehén es inexistente, no hay víctima alguna en manos de los secuestradores simuladores, como por ejemplo ocurrió el pasado mes de mayo con un enfermo de la Covid-19.

Al llamar a la alerta nacional por parte de la Guardia Civil se revela que dichos casos se han disparado y eso se sabe por el nivel de denuncias. Incluso, se habla de una nueva oleada porque en diferentes regiones del país se han ido sucediendo campañas de secuestros virtuales periódicamente.

Durante el año 2017, se vivió una ola muy intensa que afectó por todo el país. Luego de rastrear la situación que se generaba se concluyó que la batería de llamadas que perseguían ese lucro con procedimientos ilícitos provenía en este caso de Chile, pero eso no quiere decir que no haya operadores autóctonos, porque sí los hay. Esto demuestra que tales extorsiones telefónicas se pueden llevar a cabo aunque se esté a mucha distancia de la víctima o de la falsa víctima.

El secuestrador virtual es muy habilidoso a la hora de arrancar información a la persona a la que llama y luego utilizarla de forma ladina contra ella. El objetivo es que la víctima sea presa del pánico. A veces, incluso, se llega a simular la voz entrecortada de la víctima o la emisión de gritos y chillidos.

Las redes sociales son una buena fuente abierta de la que se pueden nutrir estas organizaciones.  Dejar hablar al secuestrador y si es posible grabar la conversación; desconfiar de prefijos telefónicos extraños o cortar la comunicación, son otras de las recomendaciones de la Guardia Civil.

Además pide a los ciudadanos tener precaución con las llamadas entrantes de prefijos desconocidos o numeración oculta; escuchar y dejar hablar al interlocutor, grabando la conversación si es posible; intentar realizar alguna pregunta muy personal de la víctima que permita, con base en la respuesta, concluir que es un falso secuestro; o no dudar en cortar la comunicación, “posiblemente desistirán y buscarán otra posible víctima”. @mundiario

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