Alemania cambia de de opinión y despeja el proyecto de la Unión Bancaria Europea

Olaf Scholz, ministro de Economía de Alemania.
Olaf Scholz, ministro de Economía de Alemania.
La potencia de facto de la Unión Europea levanta el veto a este proyecto, el cual fue anatema en el último lustro.
Alemania cambia de de opinión y despeja el proyecto de la Unión Bancaria Europea

La Unión Bancaria Europea está a punto de ser alumbrada tras cinco años de intensas negociaciones. Este miércoles, Alemania levantó el veto a un reaseguro comunitario que protegiera los depósitos de los ahorradores europeos, explica El País. En retorno, los 19 países de la eurozona adoptarán un paquete de medidas que refuerce la supervisión de los bancos, reduzca los riesgos y limite la exposición de la banca a la deuda soberana. La idea es que el proyecto tenga su hoja de ruta lista en diciembre próximo.

Los Estados de la zona euro tenían ya listos los mecanismos de supervisión y de resolución bancaria, pero tenían en espera la creación de un esquema que protegiera los depósitos de los ciudadanos. Para la UE, este mecanismo es vital a fin de avanzar en el proceso de fusiones entre grupos bancarios de varios países que usan la moneda oficial de la unión y evitar así fugas de capitales que se sufrieron durante la última crisis, especialmente en los países del Sur. En aquel momento, miles de ciudadanos remitieron sus ahorros a otros países a raíz de la profunda crisis financiera.

Alemania, no obstante, mantuvo durante casi cinco años un veto a este plan de reaseguro de depósitos. Olaf Scholz, ministro de Finanzas, explicó el miércoles en una conferencia en Fráncfort del Meno su intención de destruir este bloqueo pero, eso sí, bajo sendas condiciones. De acuerdo a un documento redactado por su equipo, y que pudo leer El País, el funcionario propone "un sistema de reaseguro de depósitos". Dicho mecanismo, bajo la protección de la legislación de la UE, estaría basado en un acuerdo intergubernamental que complemente los depósitos nacionales con un fondo gestionado por el Fondo de Resolución Bancaria que estaría dividido por países.

Este documento establece que, si algún banco llega a quedar en bacarrota, los depósitos estarían cubiertos si se cubren con los tres pasos descritos a continuación: con los recursos de los fondos de garantías nacionales; si se agotan, se recurriría al reaseguro comunitario mediante préstamos que deberán ser devueltos. En caso de que la financiación no alcance, los demás socios del euro tendrían que intervenir, aunque siempre bajo el resguardo de un programa del fondo de rescate (Mede).

Scholz obedece así a una de las exigencias del Gobierno alemán, que no es más que limitar la deuda soberana en los balances de la banca y romper así la efecto bumerán que hace que los efectos de una deuda soberana se extiendan a las entidades de los países con rapidez. Su propuesta se basa en un mecanismo que podría penalizar a los bancos sobreexpuestos a los bonos de sus respectivos países, incluso si tienen la necesidad de realizar provisiones por los riesgos asociados a estos, mas incluye también incentivos que diversifiquen sus carteras. La banca también tendría un periodo de adaptación de entre cinco y siete años.

Para este jueves se espera que el Eurogrupo hable sobre los avances de este terreno. Todo apunta a que en diciembre se tendrá ya una hoja de ruta para ponerse manos a la obra en enero. Apenas hace casi un año, el fondo comunitario propuesto por Scholz era un anatema para Angela Merkel.

Si Alemania ha dado el timonazo se debe a que, primero, se ha colocado el fondo de garantías de depósitos dentro de un paquete mucho más extenso, en el cual hay igualmente medidas de reducción de riesgos, sesgando la limitación de la exposición de la banca a la deuda soberana o el refuerzo en los mecanismos de supervisión, explica El País citando a sus fuentes. @mundiario

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