En Alemania no es oro todo lo que reluce pero hay cosas que otras naciones pueden aprender allí

China podría hacer tambalear la industrial automotriz de Alemania. / RRSS
Coches alemanes. / RRSS

Empleo en la Era 4.0: Un punto de vista alemán constituye esta serie de 5 artículos que ahora se cierra en MUNDIARIO, que también se planteó si España podrá afrontar con éxito los cambios que se avecinan como consecuencia del progreso tecnológico y digital. (y V)

En Alemania no es oro todo lo que reluce pero hay cosas que otras naciones pueden aprender allí

Llegamos al final de esta serie de 5 artículos en MUNDIARIO, en la que hemos visto diez opciones para adaptar el capital humano con una perspectiva alemana y analizado la robotización y digitalización que van a cambiar el mercado de trabajo de forma radical.

Además, se hizo un repaso de la revolución industrial 4.0 y la globalización, que traen problemas pero también prosperidad, y se sostuvo la tesis de que gran parte del trabajo que ahora desempeña la humanidad se podrá automatizar.

Después de estas pinceladas sobre algunas de las claves de la política, de la economía, de la educación y de la sociedad civil que caracterizan Alemania, diría como resumen que no todo es oro lo que reluce en ese país, pero que sí hay cosas que otras naciones europeas podrían aprender de él, si quieren estar preparadas para los cambios que se avecinan en el mundo laboral como resultado de la Revolución Industrial 4.0.

Lo que ha hecho España desde la Transición es un recorrido verdaderamente espectacular para ponerse al día en todos los aspectos

Como también podemos aprender de claves en Francia, los países escandinavos, el Canadá… y, sí, naturalmente también de España. Lo que ha hecho este país desde la Transición es un recorrido verdaderamente espectacular para ponerse al día en todos los aspectos.

Como comentaba el catedrático Francesc de Carreras hace poco: “España es un Estado muy importante en la Unión Europea, económicamente próspero, políticamente democrático e internacionalmente respetado. Con problemas y deficiencias, como todos, pero dotado de los instrumentos para resolverlos”.

Sigamos haciendo pues los esfuerzos necesarios, en una atmósfera de diálogo, consensos y acuerdos o pactos, para paliar los problemas políticos, económicos y sociales de la actualidad, desde la crisis catalana hasta el déficit en productividad y competitividad de nuestras empresas, así como las lacras del desempleo, de la desigualdad y de las bolsas de pobreza.

Solo así España podrá afrontar con éxito los cambios que se avecinan como consecuencia del progreso tecnológico y digital. ¡El tiempo apremia! @mundiario

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