Ahora toca que los ciudadanos sigan siendo responsables

Lote de cajas con mascarillas  / Mundiario
Un millón de mascarillas para Galicia. / Mundiario

Sabiendo que el virus sigue ahí y que no hay fármacos para  prevenir, está en nuestras manos evitar el contagio con mucha higiene, con la distancia social y la protección adecuada que recomiendan los expertos sanitarios.

Ahora toca que los ciudadanos sigan siendo responsables

Los gallegos recuperamos parte de nuestras libertades “secuestradas” por el estado de alarma, algunas empresas y negocios han reanudado sus actividades y este salto cualitativo de Galicia a la fase 1 tiene tres padres.   

El primero es el sistema sanitario gallego que cuenta con hospitales y centros de salud equipados con las últimas tecnologías y con profesionales competentes, su  gran fortaleza, que hicieron frente al coronavirus con acierto.

El buen comportamiento de nuestra sanidad desmiente -casi ridiculiza- a las plataformas “pola defensa da sanidade pública” y a muchos “abajo firmantes” que, con eslóganes sobre recortes y privatizaciones, calificaban de desastre a la sanidad gallega. Era una forma de utilizar la sanidad para arremeter contra el gobierno, vulnerable por ese flanco como todos los gobiernos, porque para la sanidad los recursos siempre son escasos. Hecha esta anotación, “los sanitarios no necesitamos grandes aplausos, sino mejores medios”, reflexión acertada de un sanitario en una viñeta de El Roto.

El segundo padre es la dirección política del Gobierno gallego que hay que personalizar en el presidente, el conselleiro de Sanidade y su equipo de asesores. Supieron anticiparse tomando medidas, organizaron y optimizaron los recursos y buscaron  dotaciones necesarias para hacer frente a la pandemia.

La buena gestión tuvo el complemento de un plan de comunicación acertado que mantuvo informada a Galicia. Dice el psiquiatra Rojas Marcos que una situación de crisis como esta genera estrés “que puede llevar a depresión y a la pérdida de esperanza”. En ese estado de angustia las personas necesitan seguridades que encontraron en la información veraz, inteligible y continuada del presidente sobre la situación sanitaria, la evolución de la pandemia y la estrategia y medios para combatirla.

La información clara, sin tecnicismos rebuscados, además de ayudar a entender lo que pasaba, tranquilizó a la gente que tuvo siempre la sensación de estar bien gobernada. Nada que ver con la improvisación, palos de ciego, datos falsos y rectificaciones del mando único de Madrid que, en lugar de tranquilizar, desconcierta y asusta.  

La tercera paternidad pertenece a todos los gallegos, héroes auténticos en la lucha contra la pandemia, que llevamos con responsabilidad los días de confinamiento. Ahora toca rematar la faena. Sabiendo que el virus sigue ahí y que no hay fármacos para  prevenir, está en nuestras manos evitar el contagio con mucha higiene, con la distancia social y la protección adecuada que recomiendan los expertos sanitarios. Este comportamiento responsable es la vacuna segura contra el coronavirus. Aplicarla está en nuestras manos. @mundiario

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