Ahora más que nunca, hay que apostar por el turismo cultural

Museo del Prado. / RR SS.
Museo del Prado. / RR SS.
Muchos museos locales están al borde del cierre tras la pérdida de ingresos que supuso la cuarentena
Ahora más que nunca, hay que apostar por el turismo cultural

Aunque queda poco verano, muchos aún están empezando sus vacaciones o siguen buscando ideas para aprovechar las últimas semanas de agosto. Quizás sea el momento de volver al turismo local y visitar los rincones más bonitos de nuestras propias comunidades. Aunque al pensar en museos los primeros que se nos vengan a la mente sean los más famosos ubicados en las grandes ciudades, lo cierto es que a día de hoy en casi cualquier pueblo hay algún punto de interés con su propio tour.

Instituciones internacionales como El Prado, El Louvre, o el MET, en Nueva York, han tenido que reinventar la forma en que sus exposiciones llegan a la gente por cómo las limitaciones en cuanto a aforo van a afectar a la experiencia de visitarlos, pero otros muchos alrededor de todo el mundo no cuentan con los medios o los recursos económicos que los más grandes y visitados del mundo emplearon para recrear sus exposiciones en un entorno digital. El director del Prado, Miguel Falomir, predecía que a cantidad de visitantes diarios se reduciría de 15.000 a 2.000, con un poco de suerte 3.000. Esto supone una pérdida económica monumental para este tipo de empresas que ponen piezas únicas del arte al alcance de la gente de a pie, evitando que partes emblemáticas de la cultura nacional y extranjera queden guardadas en colecciones familiares y fuera del alcance del público.

Sin embargo, los grandes nombre son también los que más fácil tendrán su recuperación (dentro de las circunstancias), mientras que los servicios turísticos de zonas rurales o desconocidas se arriesgan a perder la totalidad de sus ingresos y a cerrar. En este momento en que apostar por el turismo nacional e incluso regional parece la apuesta más sabia para todos, es el momento de volver a leer todos esos artículos sobre rincones con encanto en nuestro país y visitarlos, así como los pequeños museos en los que con sus explicaciones añaden cierto contexto a la historia del pueblo, yacimiento, monasterio o cascada que uno visite.

Algunos que te recomendamos son El Museo del Enganche, en Jerez de la Frontera. En su propia web exponen qué puede encontrar un visitante en su interior:

“El Museo se compone de cinco salas o espacios singulares que conforman un recorrido activo por el mundo del enganche, un recorrido que integra tanto la contemplación de los carruajes y sus guarniciones como la visita a las cuadras y a las zonas de trabajo, todo ello complementado con sistemas multimedia.”

En el norte de la península, para contrastar, se puede visitar el museo monográfico sobre la obra del pintor Gustavo de Maeztu, en la localidad de Estrella. Incluso Madrid, que alberga en sus calles algunos de los más resonados de España, tiene también otros menos conocidos. Si quieres visitar la capital y al mismo tiempo contribuir a mantener todo su patrimonio cultural, puedes aprovechar la visita para acercarte al Museo de San Isidro, donde podrás conocer algo más de la historia de la ciudad.

Hay cientos de opciones incluso dentro de grandes ciudades, no es necesario irse a lugares recónditos, ¡aunque también se puede! Lo mejor de estos pequeños negocios es que permiten acercarse más a la auténtica esencia del lugar que visitamos. @mundiario

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