El abogado de Oriol Junqueras califica de “juicio político” la causa en el Supremo

El juicio al llamado procés catalán llega en un momento convulso de la política española. En este contexto, el Tribunal Supremo decidirá si la conducta de los 12 líderes independentistas de Cataluña procesados encaja en los delitos de rebelión, sedición o malversación que aprecian las acusaciones del juicio iniciado este martes. De entrada, el abogado de Oriol Junqueras –líder de ERC– califica de “juicio político” la causa en el Supremo. El abogado Andreu Van den Eynde defiende a los presos indendentistas Junqueras y Romeva. Pero también otros colegas suyos coincidieron en cuestionar la “imparcialidad” del tribunal del procés.

Los procesados, en primer plano, y al fondo, los letrados.

Está, pues, en marcha en el Tribunal Supremo el juicio oral contra los líderes políticos y dirigentes de asociaciones que participaron en la organización de un referéndum ilegal en Cataluña, y en la posterior declaración unilateral de independencia. "A partir de este momento –indica un editorial del diario El País–, los únicos argumentos que pueden y deben influir en el desenlace son los jurídicos, por más que los partidos a los que pertenecen los encausados, y también algunas defensas, pretendan seguir acompañándolos con campañas propagandísticas dirigidas a cuestionar la imparcialidad del juzgador y, por extensión, la naturaleza democrática del sistema político español." Pero ya de entrada las defensas alegan vulneración de derechos de los acusados en el juicio del procés.

En este juicio contra los 12 políticos y líderes independentistas acusados de rebelión, sedición, malversación y desobediencia por el referéndum del 1 de octubre del 2017 y la declaración unilateral de independencia de Cataluña del 27 de octubre de ese mismo año, la defensa de Oriol Junqueras también alegó que "esta causa atenta contra la disidencia política".

Javier Melero, el letrado del exconsejero de Interior Joaquim Forn se quejó de "indefensión" por el hecho de que la causa se haya escindido entre la Audiencia Nacional, donde se juzga a Josep Lluís Trapero y a la cúpula de los Mossos, y el Tribunal Supremo, donde se juzga a Joaquim Forn, máximo responsable político de la policía autonómica.

El abogado Jordi Pina recordó el whatsapp del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en la que se felicitaba por el acuerdo con el PSOE para situar a Manuel Marchena como presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, porque lo consideraba una forma de “controlar desde detrás” las salas claves del alto tribunal. La publicación de ese mensaje llevó a Manuel Marchena a renunciar a cualquier candidatura a la presidencia del Tribunal Supremo. “No es culpa suya lo que dijera un senador del PP, que dijo lo que todos sabemos que dijo respecto a controlar al Tribunal Supremo por la puerta de atrás, quizá Cosidó se lo inventó, pero Europa nos dice siempre que las apariencias son muy importantes, y puede que me digan que yo soy imparcial, pero objetivamente con todo lo que les he contado hay una apariencia de falta de imparcialidad y así lo perciben mis mandantes”, dijo el letrado. @mundiario