8 alimentos que nunca, nunca, jamás debes comer crudos

Consumir algunos alimentos crudos, como la cebolla, el brócoli, el ajo o los arándanos puede traer grandes beneficios a tu salud… pero, lógicamente, eso no significa que sea saludable consumir TODOS los alimentos de esta forma.

Estos son algunos productos que bajo ninguna circunstancia deberías ingerir sin cocción previa:

> Salchichas. De acuerdo con la FDA -la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos- las salchichas envasadas ​​pueden contaminarse con la bacteria Listeria, por lo que puede resultar tremendamente peligroso.

> Harina. Un punto que debes tener siempre en mente: el viaje del tallo de trigo hasta el supermercado es largo y en el camino la harina puede terminar en contacto con patógenos como el E. coli.

> Leche. Sorpresa: es posible que la leche ‘cruda’ no sea tan saludable como la pintan. Estudios han demostrado que tomar la leche que proviene directamente de una vaca, sin ser pasteurizada, aumentan hasta 150 veces las probabilidades de contraer enfermedades transmitidas por los animales. Esto ocurre debido a bacterias dañinas como E. coli y Salmonella, por lo que lo ideal es someter la lecha a un calentamiento suave (entre 70º-90ºC) antes de su consumo. 

> Patatas. ¿La razón? Sencilla: puede causar hinchazón y efectos gastrointestinales indeseables gracias al almidón crudo. Pero eso no es todo: las patatas crudas de forma natural contienen una toxina llamada solanina, que además de un sabor amargo, puede desencadenar un intoxicación aguda, subaguda o crónica. Lo propio ocurre en el caso de la berenjena.

> Cerdo. Es cierto que el riesgo a disminuido considerablemente en las últimas décadas, pero los expertos recomiendan no bajar la guardia: la carne de cerdo cruda o semi cruda puede inducir el contagio de parásitos como la triquinosis o la tenia del cerdo.

> Yuca. Sus hojas y raíces contienen glucósidos cianogénicos, o en palabras más sencillas: sustancias químicas que liberan cianuro cuando se comen.

> Judías rojas. Esta legumbre esconde una toxina natural llamada lectina que puede provocar molestias gastrointestinales desagradables y síntomas parecidos a los de una intoxicación.

> Pollo. El Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas de Estados Unidos (NCEZID) advierte de que el pollo suele estar contaminado con la bacteria Campylobacter, responsable de muchas infecciones alimentarias. @mundiario