Logos y fármaco en el nuevo poemario de Alfredo Rodríguez
"Lo que no tiene nombre Y su milagro es la espontaneidad Algo luminoso La epifanía Del espíritu que ensancha tu vida En cada uno de esos viejos versos", reza Dragón custodiando el misterio.
A Thomas Mann le hubiera gustado ser un nuevo Goethe, vivir en una torre de marfil y ser respetado en sus sabias alocuciones.