Una sugerencia a los alcaldes de la comarca para que se unan y tomen una iniciativa que ponga en valor el abundante, y hasta cierto punto desperdiciado, patrimonio del que disponen.
Lo ideal sería que los ayuntamientos crearan una mancomunidad para promover las visitas, al valioso patrimonio prehistórico, histórico y natural que tiene la comarca.
Mientras que un vasto territorio con 22.606 habitantes se considere que no es “rentable” para proporcionarle infraestructuras tecnológicas, la maleza terminará asfixiando hasta la propia naturaleza...
La comarca de A Terra Chá en realidad no es un mero lugar de paso; casi ni siquiera un destino de visitas, sino un destino para vivirlo con detenimiento.
Y en esa lucha por la supervivencia y el progreso, una comarca en la que la cultura renueva a diario el esfuerzo por preservar las propias raíces y por innovar en la creación.
Hubiera sido un tópico comenzar este trabajo sobre A Terra Chá -en la que el 50% de su empleo directo e indirecto depende de la actividad agropecuaria y agroalimentaria- hablando del campo.