A diferencia de Xóchitl, Beatriz Paredes se coló a la contienda presidencial merced a una sigilosa operación política, que no depende del escándalo mediático.
En el 2024 veremos si el marketing político gana su cuarta victoria por la presidencia de México, o si la retórica y la comunicación política se hacen de su segundo triunfo consecutivo.
La actual batalla política en México es ideológica. La batalla entre las corcholatas es a ver quién se presenta como el justiciero más recio de los pobres frente a los ricos.
El argumento “hechos futuros de realización incierta” lo utilizó el INE para desestimar las denuncias en contra de AMLO y las corcholatas por actos anticipados de campaña.
Treinta años demostraron que las actuales regulaciones desembocan en una mayor desigualdad social que, como señaló Aristóteles hace más de dos mil cuatrocientos años, sólo conducen a la sublevación…
Previsiblemente asistiremos a un siguiente nivel de confrontación entre ambos criterios editoriales desatada por los resultados de la elección del Edomex.
¿Por qué después de 22 años de batallas ganadas Iberdrola abandona el campo de batalla? La única respuesta plausible es la del Padrino, “no es nada personal, solo negocios”.
La polarización que se vive tiene el mérito, o la desgracia, de permitir identificar en qué trinchera partidista milita cada medio de comunicación y como la imparcialidad informativa es sacrificada…