El autor, GIOVANNY PORTUGUEZ, colaborador de MUNDIARIO, estudió Ciencias de la Administración e Ingeniería, Operaciones Bursátiles y Mercadeo. Empresario costarricense de software, con un paso previo por la industria bancaria. @mundiario
Quita del libro de la vida la palabra “desperdiciado” porque no es así el tiempo de fin de semana con tu familia, ni el que pasas casi levitando, cuando te sientes amado.
Lo nuestro no tiene que ser tan excelso para que sea verdad, no requiere de tan afinada sonoridad, para causar regocijo y no exige perdurar tanto en el tiempo para destacar.
¿Cómo hacemos con el bombardeo de tanto fatalismo? ¿Cómo acallamos ese ruido desestabilizador que hace mella en la piel y en el alma de personas en estado de fragilidad emocional?
La copa 34 es morada, del equipo del siglo de Concacaf, para el que jugaron la mayoría de los seleccionados de Costa Rica. Hay fiesta en todo el país, vitoreando al campeón.
Son aquellos que desencadenan un sentimiento de unidad nacional, que no pasa por una parada militar que nace espontáneo y a todos nos parece sincero, como ejemplo del “ser costarricense”.
Hoy no recibimos un programa de concierto, con obras de Bach, Amadeus o Beethoven, solo miramos con cierta indiferencia, la lista de los muertos en el noticiero de la mañana.
¿Será que lo mucho que hemos cambiado en cuanto a nuestra forma de vivir la fiesta electoral, sea un presagio de que dejaremos atrás el “nadadito de perro”?
Lo consiguió Panamá, lo celebran a más no poder y en Costa Rica, la mayoría dibujan una sonrisa porque sus vecinos van al Mundial, de la mano con la Sele Tica.