El autor, FRANCISCO R. BREIJO-MÁRQUEZ, colaborador de MUNDIARIO desde East Boston, Massachusetts (Estados Unidos). Es doctor en Medicina y catedrático de Cardiología y jefe del departamento de Cardiología Clínica y Experimental (en excedencia voluntaria) en el East Boston Hospital. @mundiario
En el día de hoy, parafraseando la célebre frase de la ¿«victoriosa liberación»?, nada de lo escrito debe estar en su debido sitio, lugar y concierto. Por lo que me dejan ver en los distintos…
Gustar, lo que se dice gustar... desde mis primeros biberones yo creo, don Joan Manuel (mejor Manel) Serrat. No me canso, oiga, de oírlo. A su debido tiempo y en toda circunstancia.
Recuérdese el pifostio que se armó con la reina madre – o emérita... o como se diga ahora – a la salida de una catedral de no sé dónde, a la hora de hacerse fotos con una de las infantas...
Tengo entendido – las malas lenguas, ya sabe – que está próximo el estreno de su nueva película, la cual, sin duda alguna, será majestuosa. Como todas y como siempre.
Doy gracias a quien corresponda de no haber tenido que vivir el horror de una guerra y sus consecuencias posteriores. Daré gracias si mis descendientes disfrutaran de los mismos privilegios.
Lectura fluida, literatura clara, argumento inesperado (dado su título) y... leído en menos de dos días. Un poco menos que “El nombre de la Rosa”, que me tuvo sin dormir por lo menos tres o cuatro…
No realizar maniobras de reanimación en una persona con enfermedad incapacitante, dolorosa e incurable, no solo no es “Eutanasia” (Bien-morir) sino que realizarla sería justamente lo opuesto; en…
Los caminos son siempre hacia arriba pero iré a pie . Las olas deben borrar toda huella que quede en el puerto. Iré a pie, el camino es de subida pero en los bordes...siempre quedará alguna flor sin…
...y acudamos a ver su “Enrique IV”. Sobre todo por comparación – pude verlo por primera vez en “ The Wilbur Theatre” que , no obstante ser más proclive a representaciones musicales y de comedia,…
¿Pactando pactos? Sí, porque resulta un verdadero peñazo el hecho de tener que ir a votar cuatro veces –sí, cuatro– en menos de un mes. Resulta evidente.