¿Va necesariamente asociada una geisha a los servicios sexuales?
Al cabo de más de 400 años, las geishas son mujeres que gozan de prestigio social. Algunas se convierten incluso en figuras mediáticas en su país.
¿Tienen relación las geishas –jóvenes japonesas que se dedican a entretener y hacer compañía a los hombres bailando, cantando, recitando poesía, sirviendo el té, etc.– y los servicios de escort?
Hay muchas interpretaciones a ese respecto, pero, de entrada, una escort suele ser una acompañante remunerada, es decir, una mujer a la que un cliente abona una cantidad pactada por acudir juntos a reuniones, cócteles, fiestas, salidas a otra ciudad, etcétera. Dicha contratación puede incluir o no sexo. En la mayoría de los casos, el usuario de este servicio busca sobre todo el sentimiento de superioridad que proporciona estar acompañado por una mujer con una excelente presencia y un alto nivel de estudios.
Según la revista española Muy Interesante, en los últimos años este fenómeno ha traspasado las fronteras de género y cada vez existen más escorts masculinos. El documental The Great Happiness Space: Tale of an Osaka Love Thief, rodado y dirigido por Jake Clennell, refleja el auge de este fenómeno desde hace más de diez años en Japón.
Jóvenes niponas acuden a locales glamourosos y pagan –al cambio–cientos de euros por pasar un rato con un joven que las complace. Viene a ser la versión masculina y moderna de la tradicional geisha. También en América Latina se combinan estos conceptos –geisha y escort–, como puede apreciarse en Geisha.academy Chile o en Geisha.academy Perú. Por tanto, desde el respeto, los acuerdos y pactos a los que se llegue deben aclarar siempre todos estos conceptos, a menudo ambiguos.
¿Va necesariamente asociada una geisha a los servicios sexuales? No en el sentido occidental. "Habitualmente relacionamos la palabra geisha con el de una especie de prostituta japonesa o algo parecido y la verdad es que no tiene nada que ver con la realidad. Por eso, aprovechando nuestra visita a Kyoto, donde todavía se pueden ver en las calles, queremos aportar nuestro granito de arena para quitar esta idea occidental sobre ellas", dice el autor de un blog especializado.
En principio, la principal labor de una geisha –suele ir ataviada con el traje tradicional japonés– no es el disfrute sexual, sino el placer estético
En principio, la principal labor de una geisha –suele ir ataviada con el traje tradicional japonés– no es el disfrute sexual, sino el placer estético. En ese sentido, una geisha canta, baila y conversa, y las aprendizas de geisha dedican años de formación a mejorar sus habilidades para estimular el disfrute intelectual. Asimismo, la relación con el cliente no es solo económica, ya que la geisha tiende a considerarle una especie de mecenas y establece con él una relación afectiva y social profunda en la que el dinero es una necesidad que el cliente satisface para la artista.
Las geishas son mujeres que gozan de prestigio social y algunas se convierten incluso en figuras mediáticas en su país. Así, las geishas permanecen con el paso del tiempo, después de más de 400 años, y siguen causando fascinación y muchas preguntas en torno a ellas y sus roles sociales. Por algo el festival más esperado cada año en Gion –un distrito de Kioto, Japón– es el de los cerezos en flor, para ver salir en todo su esplendor a todas las geishas y maikos de sus hanamachi.
