Todo sobre los fetiches de bragas

Braguitas, pantys, calzones, pantaletas...estos son solo algunos de los términos más encantadores que el diccionario ofrece para "ropa interior". Quizás el número de términos que tenemos disponibles es una indicación de nuestra obsesión cultural con las prendas, especialmente la ropa interior típicamente considerada femenina. Aunque las estadísticas sobre fetiches son pocas y distantes entre sí, un estudio realizado en Italia encontró que el 12% de las personas encuestadas tenían preferencia sexual por la ropa interior.

Por supuesto, otra obsesión de nuestra cultura es trazar líneas entre kinkys "aceptables" y aquellas que han cruzado una línea. Si bien disfrutar de una persona hermosa con bragas bonitas es ampliamente aceptado, incluso esperado, ¿qué sucede si tu interés en la ropa interior va más allá de verla puesta en otra persona?

¿Qué es un fetiche de bragas?

Junto con los fetiches de pies, los fetiches de bragas usados ​​se encuentran probablemente entre los más conocidos y los más propensos a ser el punto de partida de una broma convencional.

Algo acerca de este fetiche captura la imaginación, quizás es la naturaleza íntima de nuestra ropa interior, o porque muchas personas pueden relacionarse con el olor de su amante.

También es un fetiche que a menudo ha sido objeto de piezas "explicativas" o exposiciones de televisión. Una de las rarezas más populares es la famosa máquina expendedora de bragas usadas de Japón. Sí, las bragas usadas se pueden comprar en máquinas expendedoras en Japón. Pero, por fascinante que sea, la prevalencia de estas máquinas es exagerada. Si bien las bragas usadas a veces estaban disponibles en el pasado, esa práctica se ha cerrado en su mayoría. De hecho, todo podría ser una mala traducción (¡aunque los fetiches de bragas son muy reales!)

Un artículo de Tech in Asia de J.T. Quigly explica que hay un poco de traducción errónea intencional en juego: "La adición de dos caracteres kanji hace que sea instantáneamente evidente para un hablante nativo que las bragas, de hecho, no se usan. Kakou, en este caso, significa que las bragas se fabricaron para parecer usadas, como jeans que se venden con agujeros y bordes deshilachados directamente de fábrica”..

En el mundo de la psicología, lo que llamamos fetiches se conoce como parafilias. Una revista científica enumera 549 tipos de parafilia y, aunque se han estudiado durante más de cien años, no estamos cerca de un consenso sobre qué causa la formación de una parafilia. Lo que es ciertamente cierto es que preceden sólidamente el fácil acceso a la pornografía, o la capacidad de encontrar y hablar con personas con intereses similares. En otras palabras, los fetiches, incluido el fetiche de las bragas usadas, son solo una parte única de quiénes son las personas como seres sexuales.

La esencia oculta

En el libro "Perv" de Jesse Bering, analiza en detalle las parafilias y hace una distinción importante sobre los objetos fetichistas nuevos y usados:

"Para el fetichista, es la conexión física del objeto con el cuerpo del objetivo erótico, como si hubiera absorbido la "esencia" oculta de la persona, lo que lo hace tan excitante. Éste es un punto importante. No es probable que pares de zapatos nuevos y nunca usados ​​se vuelvan contra un fetichista de los zapatos. 

Bering hace otro punto importante aquí. No solo se utilizan los objetos fetiche más apreciados, sino que su valor aumenta dependiendo de quién los usó.

Justin Lehmiller también aborda este fetiche en su libro, Tell Me What You Want: artículos de ropa como sostenes y bragas tienden a estar entre los objetos fetiche más comunes, pues están dotados de significado erótico en virtud del hecho de que entran en contacto con los senos y los genitales.

Una solución en línea

Pero, ¿qué pasa si no tienes una pareja o una conexión para regalar tuss bragas? Bueno, esa es un área donde Internet ayuda a proporcionar una solución, con sitios web diseñados para conectar compradores y vendedores. Como tal, las personas con intereses de nicho pueden encontrar comunidad y aliviar parte del aislamiento causado por tener deseos fuera de la corriente principal.

No solo están disponibles las bragas (y otros objetos fetiche), sino que en muchos casos puedes aprender sobre las personas de las que provienen, o incluso hacer pedidos especiales.

El razonamiento tiene sentido

Entonces, ¿por qué las bragas usadas se excitan tanto? Lehmiller explica una teoría sobre cómo se forman los fetiches: "La mayoría de los fetiches parecen aprenderse, en el sentido de que las personas que los tienen a menudo pueden vincular sus intereses a una experiencia sexual muy específica en la que su objeto fetiche estaba presente cuando Tuvo un orgasmo muy intenso. Esto es algo que los psicólogos llaman aprendizaje de una prueba, que se refiere a la idea de que a veces aprendemos asociaciones entre un estímulo y una respuesta en el primer intento".

Según esa teoría, tal vez no sea sorprendente que las bragas sean un objeto fetiche tan común. Muchas personas obtienen acceso a la ropa interior usada mucho antes de tener parejas sexuales. Sitios web como Quora y Reddit están llenos de historias que recuerdan las primeras exploraciones en las que buscaron en las cestas de la ropa con la esperanza de encontrar ropa interior.

Entonces, ¿qué viene primero, el interés en la ropa interior o el acceso a la ropa interior?

Esta podría seguir siendo una de esas preguntas clásicas que no podemos responder definitivamente. La buena noticia es que a medida que el kink se arrastra cada vez más hacia la corriente principal, cada vez es más fácil para las personas decirle a sus parejas (o extraños en Internet) en qué están metidas y cumplir sus fantasías y deseos.  @mundiario