La hipersexualización está afectando al tierno mundo infantil

Abigail Breslin, actriz; en Little miss Sunshine.
Abigail Breslin, actriz; en Little miss Sunshine. / Tumblr.

Las nuevas tecnologías, el materialismo y el gran contenido audiovisual vienen de la mano para convertir a las niñas en pequeñas Lolitas.

La hipersexualización está afectando al tierno mundo infantil

La sociedad cada día se vuelve más sexual y lo refleja en grandes conglomerados tecnológicos, de moda o a través, del contenido audiovisual. Desde hace algún tiempo, esa tendencia sexual está conviviendo con los más pequeños de la casa y los está convirtiendo en pequeños seres sexuales. La tendencia no es nueva, ya en el 2007, la Asociación de Psicología Americana (APA) había denunciado las formas en que exponíamos a los niños a los temas sexuales sin que lo notáramos.

El documento firmado por la APA explicaba que la tendencia abarcaba grandes sectores como la TV, la ropa, los juguetes o los videojuegos. Además, también aclaraba que a partir de los cuatro añitos, las niñas estaban expuestas a las reglas sociales que les inculcaban que pueden triunfar gracias a los atributos físicos que puedan desarrollar. Si nos trasladamos al presente, y vemos que las niñas ya han crecido, podemos deducir que la APA estaba en lo cierto. Los niños están expuestos a grandes medios que los introducen al mundo sexual con sutiles gestos del erotismo prematuro, como un personaje de videojuegos con pechos grandes o un comercial en la TV en donde muestra que la tendencia es llevar poca ropa.

El problema viene desde el modelo de crianza. Los padres deciden dejar y en muchas ocasiones alentar, una conducta adolescente en los niños, es decir, las niñas piden participar en concursos de belleza, quieren pintarse las uñas, usar tacones y llevar minifaldas. Los padres, no saben cómo negarles sus caprichos y ven todo como una gracia, sin pensar en las consecuencias a futuro, inculcándoles un tipo de conducta errónea.

La moda se encuentra sumergida en el problema por la imagen sexualizada que da en casi todos sus anuncios, sin mencionar el tipo de ropa que esté marcando tendencia o lo último que lleven las celebrities. Las publicidades están llenas de la doble moral, por un lado criticamos el exceso de maquillaje o toda la piel que muestran las modelos, pero por el otro, compramos todo lo que vemos, porque el mandamiento más antiguo es: el sexo vende.

Si a todo esto le sumamos el poder de las redes sociales, en un futuro próximo tendremos niñas que parezcan la Lolita de Nabokov. En las redes, las estrellas muestra y expresan mucha libertad sexual, que no está mal, siempre y cuando los niños no tengan que ser expuestos a ella. Además, otra tendencia que hay que tomar en cuenta, son las estrellas que dominan la escena, como Kylie Jenner o las hermanas Hadid. Pensamos que son mujeres con carreras exitosas, y nadie puede quitarles eso; pero olvidamos pequeños detalles como el que Bella Hadid tan solo tiene 20 años o la sexy Kylie a penas cuenta con 19. Ambas ya tienen carreras sólidas, que han logrado en base a vender sexualidad.

 

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La pequeña de los Jenner es el mejor ejemplo a citar. Toda su vida ha sido expuesta ante las cámaras y lo que sus hermanas hacían. Prácticamente, creció viendo cómo el sexo y tu cuerpo vende. Así que la pequeña se ha convertido en toda una empresaria que no ha salido del todo de la adolescencia que vende sexo por montón. A la par, ha modificado muchas partes de su cuerpo para parecerse a sus voluptuosas hermanas mayores y mostrar una imagen más sexual.

Los niños son expuestos a cada momento a la sexualidad, lo que resulta en que pierdan criterios de evaluación o control. Se convierten en pequeños seres influenciables que quieren comprar todo lo que ven para poder parecerse al famoso del momento o estar a la última moda para impresionar el resto. Las niñas, son el mayor problema, porque el cuerpo de la mujer se ha convertido en un símbolo sexual.

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