La hipersexualidad: un problema que afecta a millones de españoles
En España 1.600.000 personas sufren del trastorno que es denominado por la OMS como el aumento anormal de la actividad sexual.
La hipersexualidad es un trastorno clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el impulso sexual excesivo o el aumento de la actividad sexual que termina derivando en graves problemas sociales, emocionales y hasta físicos. En España, 1.600.000 personas han sido diagnosticadas con el trastorno, siendo los hombres mayoría con el 85% y el porcentaje de mujeres alcanza el 15%.
Los hipersexuales se obsesionan con tener sexo dejando muy atrás los lazos emocionales y solo quieren mantener relaciones sexuales muchas veces sin disfrutar verdaderamente de los encuentros. En pocas palabras, el sexo se vuelve una adicción que está ganando terreno gracias al Internet y a sus múltiples aplicaciones como los chats, las cámaras web y los miles de sitios pornográficos que hay en la red.
El problema es tan grave, que la OMS ha tenido que clasificarlo como un trastorno peligroso a niveles físicos y emocionales. Las razones de por qué alguien puede obsesionarse con el sexo sin disfrutar se desconocen, pero varias investigaciones hablan de algunos factores que benefician su aparición. Las personas impulsivas, que no saben manejar el estrés, no saben entablar buenas relaciones sociales y siempre están en la búsqueda de cosas nuevas, son algunas de las características que suelen potenciar la aparición de la hipersexualidad.
El estado emocional juega un papel importante en la aparición de la dolencia. Aquellas personas que se deprimen con facilidad, no saben diferenciar entre el bien y el mal, no encuentran un equilibrio emocional, siempre tienen culpa de algo y se reprochan continuamente, posiblemente vayan a desarrollar la adicción rápidamente y en la mayoría de los casos, no buscan ayuda para poder superarla. Luego de los factores emocionales, vienen los físicos, en donde el cuerpo empieza a experimentar nauseas, fatigas constantes, ansiedad, insomnio e irritabilidad.
La adicción al sexo, debe ser tratada como cualquier otra adicción y no se debe de tomar a la ligera. La mayoría de los psicólogos ven como mejor tratamiento el reconectar el sexo con las emociones y lograr que las personas asistan a psicoterapias constantes para que puedan ir avanzado poco a poco. Algunos lo logran en meses, pero muchos otros tienen que seguir asistiendo durante años. Como cualquier otra enfermedad, el adicto al sexo necesita de su familia, amigos y su pareja para poder salir adelante y poder tener el control de sus impulsos nuevamente, la gran mayoría lo consigue; pero como con toda adicción, lo importante es mantenerse centrado y no volver a caer en tentaciones.
