Cómo saber qué es lo que realmente te excita

Tendemos a estar muy influenciados por nuestra sociedad y tener ideas sobre lo que "debería" ser sexy y excitante para nosotros. Estamos rodeados de imágenes y publicidad sexualizadas. Estamos expuestos al sexo con glamour en las películas y al sexo exagerado en la pornografía convencional.

Estamos saturados de información errónea sobre el sexo en general, y como resultado desarrollamos expectativas poco realistas sobre el sexo. Este bombardeo de información sobre qué es el sexo, qué aspecto debería tener y qué deberíamos querer, puede impedirnos por completo el acceso a nuestros propios deseos. Y comprender nuestros deseos individuales es la clave para crear nuestra mejor vida sexual posible.

La verdad es que lo que nos calienta será diferente para cada uno de nosotros. Nuestro erotismo se compone de las cosas específicas en el sexo que realmente nos excitan y que son reveladas en nuestras preferencias sexuales, nuestras fantasías y nuestras reacciones a los medios sexuales. No hay reglas cuando se trata de turnos y no hay derechos o errores cuando se trata de excitación sexual. El erotismo de cada persona es completamente único, como una huella dactilar.

Cómo explorar lo que el erotismo significa para ti específicamente:

1. Tómate el tiempo para explorar tu propio cuerpo, lento e intencionalmente

Lo primero lo primero: dedica un tiempo a aprender más sobre el lado físico de tu placer y excitación. ¿Dónde y cómo te gusta que te estimulen?, ¿Qué partes de tu cuerpo responden al tacto?, ¿Cómo quieres ser tocado? ¿Qué tipo de ritmo necesitas para responder y excitarte?

No te enfoques solo en tus genitales. Explora todo tu cuerpo y observa si encuentras nuevas o sorprendentes oportunidades para el placer. Por ejemplo, puedes pasar tiempo estimulando tus pezones, tus orejas, el área del cuello, tus pies o el interior de sus muslos y descubrir lo que te excita inesperadamente. La lista sigue y sigue: sé creativo con el lugar en el que estás enfocando tu atención sexual y ve qué sucede.

Puedes hacerlo solo en el juego sexual en solitario o con un compañero. Suelta todas las ideas que tengas sobre lo que se supone que te debe gustar y descubre lo que realmente te gusta.

2. Señala las dinámicas sexuales que te intrigan

Los aspectos mentales del placer tienen mucho poder. Se ha dicho que la mente es el órgano sexual más grande porque en nuestra mente es donde vive nuestro erotismo. Si bien algo de lo que encontramos erótico son actos o comportamientos sexuales específicos, mucho de eso es más mental o energético que eso. Es el significado que hacemos de lo que está sucediendo, y es el disfrute de las dinámicas particulares de una situación sexual o las interacciones con nuestra pareja.

Puedes descubrir tu propia plantilla erótica prestando atención a lo que te despierta. ¿Tienes fantasías sexuales específicas?, ¿Qué hace destacar el mejor sexo que has tenido?, ¿Qué has leído o visto que realmente te excitó?, ¿Por qué era tan sexy para ti? Ese "por qué" es clave.

3. Lee o mira porno para ver lo que realmente hace girar su interruptor

Si aún no lo has hecho, pasa un tiempo viendo pornografía u otros medios eróticos: es una excelente herramienta para evaluar qué escenarios te encienden. Ve escenas fuera de la corriente principal o fuera de lo que normalmente crees que deberías querer ver. A medida que exploras tus respuestas a estos escenarios sexuales, es probable que descubras temas que revelan tu erotismo individual: temas de poder, peligro, romance, seguridad, fuerza, sumisión, autonomía o más.

A veces, lo que nos resulta altamente excitante nos molesta; no encaja con lo que somos en la vida real o lo que valoramos. El hecho de que nos encienda pensar en algo no significa que queramos hacerlo. (Un ejemplo perfecto es la fantasía de violación. Las mujeres no quieren ser violadas, pero la pérdida de control en la fantasía puede ser atractiva ya que no existe un dolor o riesgo real).

Nada está fuera de los límites de nuestra mente, y a menudo hay razones por las que respondemos sexualmente a cosas que son lo contrario de nuestra naturaleza.

4. Escribe tus propias fantasías

También puede escribir fantasías sexuales e historias, ya sea para mantenerlo personal o para compartir con un compañero. Cuando creas tus propias historias, esos escenarios solo incluyen elementos que te despiertan. No hay aspectos desagradables que hay que pasar por alto. Esto significa que estas historias también son más personales: tus fantasías son material erótico puro que revela tu naturaleza erótica central.

5. Experimenta los diferentes tipos de erotismo y fantasías con un compañero

Si hay algo que nunca probaste, pero sientes curiosidad, o si probaste alguna de las ideas anteriores y ahora tienes algunos elementos eróticos recién descubiertos que quieres probar en la vida real, toma un compañero y aventúrate. Debes tener claro lo que está dentro de los límites y lo que está fuera de los límites, especialmente si estás jugando con un nuevo compañero.

Tener estas conversaciones por adelantado y establecer las reglas básicas, es una manera de generar confianza e intimidad, y ayudarán a evitar incidentes de consentimiento que pueden ser traumáticos. Considera la posibilidad de ir lentamente, tomar pasos más pequeños y asegurarte de que los encuentros sexuales funcionen para ambos.

Si estás nervioso, empieza lento y hazlo con calma.

Simplemente compartan algunas de las escenas que realmente mueven encienden el  interruptor. Hablen sobre las partes que son más calientes para ti y qué partes son irrelevantes.

¿Listo para explorar?

Ya sea que estés en una relación o no, si decides compartir este proceso con tu pareja o no, la exploración de su propia plantilla erótica y tus propios patrones de excitación tiene valor. Todos y cada uno de nosotros merecemos disfrutar de la vida sexual más satisfactoria y emocionante posible, y conocer tu propia definición de erotismo es la clave para abrir todas las posibilidades placenteras de la vida.   @mundiario