Descubre si eres adicto al sexo con estas 5 señales

Para nadie es un secreto que el sexo es uno de los mayores placeres de la vida: relaja, da felicidad y te acerca más a tu pareja, incluso puede producir cierta atracción. El sexo es beneficioso para la salud física y emocional de las personas. Sin embargo, esa sensación de placer, de bienestar, que se libera durante y luego de la actividad sexual, podría ser adictiva.

Ya decíamos que la necesidad del sexo va más allá de una cuestión meramente reproductiva, pero ¿cuáles son sus límites? Como sociedad, reconocemos que existe la adicción al cigarrillo, al alcohol y a las drogas, pero... ¿y la adicción sexual? ¿Es un mito o una realidad? Los científicos aún no han logrado ponerse de acuerdo.

Lo que sí es cierto, es que hay personas que aseguran ser insaciables e incluso se catalogan a sí mismas como adictas a la práctica sexual. También se le conoce como "donjuanismo" o "síndrome de Don Juan", y las personas que lo padecen, por lo general, suelen tener una naturaleza compulsiva y siempre destinada al sexo.

De hecho, esta dependencia sexual puede alcanzar tal grado, que muchas de estas personas pueden llegar a descuidar sus ocupaciones profesionales, tareas domésticas y demás actividades de su día a día. Además, como cualquier adicción, la sexual también es un hábito de conductas peligrosas que podría destruir tanto a la persona que la padece como a su círculo cercano. ¿Eres adicto al sexo? Descúbrelo con estas 5 señales.

1) Frecuencia prolongada a la pornografía y la masturbación: ¿pasas mucho tiempo al día buscando material sexual o auto-complaciéndote? Pues, allí hay algo más que un mero ocio.

2) Patrón repetitivo y obsesivo: estas personas sienten un vacío existencial que quieren llenar con sexo. Un patrón que puede durar meses o, incluso, años y provoca un deterioro o malestar significativo.

3) Invertir mucho tiempo y dinero en la búsqueda y práctica del sexo: ya sea en persona o a través del Internet, comprando películas pornográficas o contratando sexoservidores o sexoservidores. Un deseo vigoroso y activo de consumir sexo.

4) Existe abstinencia: cuando la persona no puede tener relaciones sexuales, sufre los síntomas típicos de aquella que sufre una adicción: insomnio, dolores de cabeza, irritabilidad, ansiedad, depresión, entre otros.

5) Descuida otros aspectos de su vida: al gastar tanto tiempo y esfuerzo en mantener tal nivel de sexualidad, la persona acaba dejando a un lado otras prioridades de su vida, como los amigos (deja de verlos), el trabajo (faltas reiteradas) o la familia (apenas comparte con sus seres queridos).

Mencionadas las señales, algunas de las causas que desencadenan en la adicción pueden ser: venir de una familia disfuncional, haber sufrido abuso sexual infantil, el fracaso social o bien, algún trastorno de la personalidad. En todo caso, como cualquier problema, el primer paso para su tratamiento es reconocerlo y dejarse ayudar. @mundiario​