De cómo los juguetes sexuales pueden ayudar a normalizar el placer

Para aquellos de nosotros que habitualmente usamos y disfrutamos los juguetes sexuales, tiene sentido que les digamos a las personas sobre los que amamos (y los que odiamos). Al contrario de lo que los medios de comunicación y la sociedad nos quieren hacer creer, el sexo no es algo separado del resto de nuestras experiencias vividas.

Te pueden gustar los podcasts sobre crímenes reales, las series de Netflix, la masturbación, el placer y los juguetes sexuales. El sexo es una parte de una vida muy compleja y la forma más básica de placer, por lo que la masturbación no debería ser un tabú para nadie.

Compartir como una forma de educar

Compartir nuestras experiencias sexuales, de manera que nos permita sentirnos seguros y empoderados, proporciona información y conocimiento en un mundo donde la mayoría de nosotros nunca aprendimos educación sexual médicamente precisa. Sin mencionar que nunca aprendimos la educación sexual empoderadora y centrada en el consentimiento que todos merecíamos aprender.

Depende de aquellos de nosotros que estamos dispuestos a compartir nuestras experiencias decir: "¡este juguete sexual hizo que mis dedos se curvaran, mi piel hormigueara!" para que otras personas se interesen por el tema.

Compartir como una forma de normalizar

Normalicemos el placer sexual. Cuantas más voces se unan para hablar sobre los juguetes sexuales que amamos (y odiamos), más personas estarán interesadas y será como comprar cualquier otra cosa. Es por eso que es tan importante que sigamos contando a las personas sobre los juguetes sexuales que amamos, ya sea en público o en privado con amigos en los que confiamos.

Es un paso para reducir el estigma y la vergüenza sobre el placer sexual, la masturbación y los juguetes que lo proporcionan, pero también ayuda a llevar más juguetes sexuales geniales a más dormitorios y manos, y contra las partes sensibles del cuerpo que anhelan una sensación adicional.   @mundiario