Claves para lograr el 'squirt' perfecto

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Squirt. / RRSS.

El 'squirt' o eyaculación fememina es una práctica sexual que cada vez está ganando más adeptos, dejando así de ser un tabú. Y tú, ¿has eyaculado alguna vez?

Claves para lograr el 'squirt' perfecto

El 'squirt' o eyaculación fememina es una práctica sexual que cada vez está ganando más adeptos, dejando así de ser un tabú. Sin embargo, es una sensación que pocas mujeres han sentido.

¿Has eyaculado alguna vez en tu vida? No es de extrañar si tu respuesta es negativa, pues son pocas las chicas que afirman haber vivido esa experiencia orgásmica, entre otros motivos, porque no es tan fácil de alcanzar como en los hombres.

Cabe destacar, que no debes 'comprar' las imágenes idealizadas de la pornografía, en la que se ven a las féminas inmersas en una explosión líquida de gritos y placer. Por el contrario, cada cuerpo es un mundo: para algunas, eyacular es algo más sutil y menos aparatoso, sin dejar de ser excitante por igual.

De hecho, todas las relaciones sexuales son distintas, ya que en cada influyen diferentes factores, como el tiempo y el estado de ánimo. A continuación, te presentamos las claves para alcanzar el 'squirt' perfecto, ya sea en pareja o bien, por tu propia cuenta:

1) Relájate y prepara tu cuerpo: recuéstate, preferiblemente, en una cama o superficie que te permita estar cómoda en posición horizontal. Mantén tu mente relajada, no necesitas estar pensando "¡Quiero eyacular!"; por el contrario, disfruta, déjate llevar y aprende a sentir cuando venga el momento.

2) Excitación: no conseguirás nada si no estás excitada. Los juegos previos o preliminares son vitales, incluso cuando lo estás intentando lograr con la masturbación. Si estás en pareja, no olvides las caricias y los besos. Incluso, de ser posible, hazte con un buen lubricante —se recomiendan aquellos a base de agua,  ya que no alteran el pH— para que el placer sea mayor.

3) Estimulación: ya sea que estés en pareja o a solas, los movimientos para estimular son claves. Comienza con toqueteos en tu zona V, estimula suavemente el clítoris y paulatinamente incrementa la intensidad. Mueve los dedos sobre el monte venus en forma de círculos, combina las velocidades y has un poco de presión.

A pesar de que los movimientos rápidos, por lo general, funcionan mejor, recuerda siempre que tu cuerpo es el que te irá guiando: si sientes que lo pide más lento, pues reduce las revoluciones y no te detengas.

4) El punto G: se ubica en el interior de la vagina, en la zona superior (detrás del hueso púbico) y a unos cinco centímetros de la entrada. Sabrás diferenciarlo por ser una superficie rugosa, algo esponjosa que provoca grandes sensaciones en la mujer.

Suavemente, introduce el dedo corazón o anular (mejor aún si son los dos) en la vagina con la palma hacia arriba y empieza a excitar tu punto G hasta volverlo un poco más grande que el tamaño de una almendra; para ello, mueve tus dedos en círculos con un poco de presión. Es posible que en esta etapa experimentes un orgasmo sin eyacular, pero no te frustres y síguelo intentando.

5) Mueve tu pelvis: conforme aumentes la estimulación, mueve tu pelvis y contrae de forma intermitente los músculos pubococcígeos, tal como si estuvieras aguantando las ganas. Esta práctica es conocida como el beso de Singapur. Comenzarás a tener contracciones y una lubricación abundante en la vagina.

No te detengas. Continúa estimulando la zona G con delicados frote sy presionándola sobre el hueso púbico. Aumenta la velocidad y fuerza a medida que lo hace la excitación. Cuando sientas muchas de orinar, levanta las caderas presionando las nalgas y sigue la masturbación hasta liberar el chorro de placer.

Es importante tener en cuenta que no todas las mujeres eyaculan a la primera vez que lo intentan. Así como requiere tiempo y práctica, también es cuestión de conocerse sexualmente y estimularse con cierta frecuencia. @mundiario

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