La agencia de escorts de lujo del fundador de Android

Hombre con traje.
Hombre con traje.
Su agencia de escorts en Madrid generaba miles de dólares diariamente. Estaba formada por un grupo de chicas universitarias y modelos amateurs de gran belleza física.
La agencia de escorts de lujo del fundador de Android

Andy Rubin es un empresario acusado en Estados Unidos por la gestión de servicios sexuales para hombres de alto poder adquisitivo. Su agencia de escorts de lujo operaba no solo en América sino también en las principales ciudades y capitales de Europa. Su discreción y contactos le permitían gestionar con ayuda de un pequeño grupo amigas escorts vip una red de chicas de compañía que ofrecía servicios de lujo a empresarios durante sus viajes de negocios por los Estados Unidos y ciudades europeas como Roma, Paris, Barcelona, Londres, Frankfurt, Berlín y Madrid. Sus acompañantes europeas se caracterizaban por el dominio del inglés, ser nativas y ofrecer servicios de exclusivos GFE (Girl Friend Experience) de forma discreta a empresarios en sus viajes de negocios.

En el caso de España, según ha trascendido a los medios, su agencia de escorts en Madrid generaba miles de dólares diariamente. Estaba formada por un grupo de chicas universitarias y modelos amateurs de gran belleza física que residían en barrios como La Latina, Lavapiés, Serrano o en el centro de Callao y que vivían como algunas de las actuales mejores escorts españolas de Madrid gracias a la experiencia que les proporcionaba una agencia vip de alto standing.

¿Cómo se volvió rico antes de tener una agencia de alto nivel de escorts?

Antes de llegar al alto standing y ser uno de los mejores desarrolladores, a Rubin no le iba tan bien. Su principal sueño era la robótica y la informática, pero la empresa que fundó no fue nada bien y hasta incluso tuvo que pedir la ayuda de un amigo porque se acercaba un embargo bastante importante. Sin embargo, un día apareció Google que quiso comprar su empresa por una cantidad superior a los 50 millones de dólares. En este acuerdo, él y su socio pasaban a formar parte del equipo de directivos de esta empresa.

La vida de Andy Rubin está compuesta por tres realidades muy diferentes:

> Su gran salto profesional por la absorción de una empresa

> Su cargo directivo que tuvo que abandonar para evitar que saliera a la luz el servicio de acompañantes femeninas de lujo que gestionaba para famosos y empresarios de alto standing en hoteles y pisos.

> Su excentricidad acompañada de discreción que acabaron por destaparse a la prensa después de que su exmujer emprendiese acciones legales contra el empresario.

Rubin formó un equipo muy valioso y Android consiguió sacar al mercado un teléfono móvil con ese sistema operativo pionero en el mundo que acabaría por convertirse en el más usado en todo el planeta. Después de estos años dorados y según se rumorea por algunas escorts madrileñas y acompañantes de lujo de Madrid que dicen conocerle, el contrato prematrimonial firmado con su esposa Rye supondría el principio del fin de su imperio de lujo, fiestas y hombre respetado en el mundo.

Los problemas llegaron para quedarse

La profesión de Andy comenzó a tambalearse en el año 2013. La compañía le buscó un sustituto para el cargo directivo y empezó a enviarle ferias especializadas en ciudades europeas como Madrid. Periodo en el que se cree que comenzó a darse a conocer clandestinamente en el mundo de los servicios de escorts hasta que los directivos le recolocaron en uno cargo relacionado con la división de robótica, en un puesto de trabajo inferior, claro. No le duró mucho ese cambio porque 9 meses después tuvo que abandonar la empresa de una manera amistosa porque así se le recomendó para evitar problemas relacionados con algunas conductas inapropiadas con acompañantes de lujo o señoritas de compañía.

En un primer momento se comentó que su salida fue acordada y vendida porque Andy tenía otros proyectos profesionales y quería fundar otra empresa digital, sin embargo, con el paso de los años hemos podido descubrir que no fue verdad y que tan solo se trataba de un intento por lavar la imagen de Andy y no perjudicar la de Google.

La compañía quería que se marchara porque se tenía la certeza de que se celebraban algunas fiestas con escorts, la práctica de GFE (servicio que apuesta por la figura de la escort como una novia) y el servicio de compañía que tenía con muchas mujeres de diferentes países, incluidas las escorts españolas. La primera persona que hizo saltar las alarmas fue su esposa porque detectó que su marido le ocultaba ingresos. Se ha llegado a comentar que el motivo final por el que fue despedido fue la práctica del sexo oral que obligó realizar a una chica de 18 años, aunque él a manifestado que había contratado los servicios de acompañamiento de un escort independiente.

Eso sí, lo más llamativo es que Rubin no se fue con ninguna pena porque recibió más de 90 millones de compensación económica y una inyección de capital de más de 300 millones para su nuevo proyecto profesional.

El futuro

Ahora tiene una fortuna valorada en 350 millones de dólares y no ofrece ninguna cantidad a su exmujer por el contrato prematrimonial que este le hizo firmar y ella afirma que fue obligada a firmar de manera ilegal. Esta es una de las batallas judiciales con las que Andy tendrá que lidiar en los próximos años.

Otra de las demandas que tendrá que hacer frente en Estados Unidos tiene relación con las denuncias de algunas mujeres no fueron pagadas por sus servicios de acompañante cuando trabajaban para su agencia de escorts de lujo y realizaban en algunos casos viajes en avión para encontrarse con los clientes de la agencia.

Además, también se le acusa por llevar a cabo grabaciones de algunos encuentros entre hombres y mujeres sin el consentimiento de ambas partes. Los ingresos económicos, él los intentaba gestionar y no dejar constancia de ello por medio de una empresa que creó para ese fin. Se ha hecho público de que el creador de Android tendrá que realizar un proceso judicial en el que está acusado de 8 cargos, entre los que destacan los de fraude, negligencias personales y demás rupturas de contratos.

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