9 partes del cuerpo que nunca debes ignorar durante los juegos previos

Pareja desnuda. / Pexels.com.
Pareja desnuda. / Pexels.com.

¡A explorar!

9 partes del cuerpo que nunca debes ignorar durante los juegos previos

El juego previo no es solo uno de los peldaños para el sexo, es absolutamente necesario para el buen sexo. De hecho, una vez que dejas de pensar en el sexo como esta actividad lineal, te abres a un mundo de actividades pesadas de juegos previos que incluso podrían ser mejores que el sexo. ¿Pero cómo mantienes las cosas nuevas y emocionantes?

Cuando te tocas de una manera familiar siempre, tu cuerpo se desensibiliza y no se siente tan excitante. Afortunadamente, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para mantener los juegos preliminares lo más calientes posible.

1. Los lóbulos de las orejas

Los oídos y las orejas son extremadamente sensibles para muchas personas. Morder los lóbulos de las orejas, lamerse detrás de la oreja y soplar suavemente en la oreja de alguien, o decirles cosas atractivas, pueden ser una gran excitación. Hay algunas mujeres que se pueden excitar solo con este tipo de estimulación.

2. El cuero cabelludo

El cuero cabelludo tiene un montón de terminaciones nerviosas y definitivamente debería estar en tu lista de puntos sensibles. Después de todo, ¿a quién no le gusta un buen masaje de cabeza? Pasa tus manos por el cabello de tu pareja o agárrala suavemente por la nuca.

3. Dorso del cuello y hombros

Continuando hacia abajo desde el cuero cabelludo hasta la nuca, nos lleva a la parte posterior del cuello y los hombros. Cosquillear ligeramente esta área puede resultar muy sensible. Si tú y tu pareja lo desean, algunos mordiscos ligeros o mordidas de amor también pueden ayudar a aumentar la excitación.

4. Manos

Tus manos también son una parte muy importante del cuerpo en la que centrarte durante el juego previo. Nuestras manos tienen la misma cantidad de terminaciones nerviosas que nuestros genitales. Cubre los ojos de tu pareja, toma sus manos y guíalas lentamente para que toquen tu cara con las yemas de los dedos, hacia abajo sobre el cuello, los hombros, los senos y cualquier otro punto sensible. Usa el toque para mostrarle exactamente cómo te gusta que te toquen.

5. El hueso púbico

Masajear suavemente el hueso púbico puede desbloquear mucho potencial erótico. Si estás listo para trabajar en la estimulación de la zona más erógena, puedes masajear ligeramente el perineo, el área entre el pene y el orificio trasero, con un par de dedos.

6. El borde ultra sensible alrededor de los labios

El nervio bucal, que rodea los bordes de la boca, tiene un potencial sin explotar para estimular cuando estás besando. Esta área es extremadamente sensible al tacto, pero a menudo se pasa por alto ya que la mayoría de las personas se enfocan en la parte gruesa de los labios.

Si intentas trazar suavemente la punta de tu dedo alrededor de los bordes de tu boca (como si se estuviera colocando un delineador de labios), experimentarás una sensación de cosquilleo.

Cuando besas, no necesitas lamer la boca por completo para obtener los beneficios, eso sería extraño. En su lugar, besa a tu compañero como lo haces normalmente, luego usa la punta de la lengua para trazar el borde de su labio superior ligeramente. Retrocede y besa juguetonamente de nuevo, luego marca el borde de su labio inferior.

7. Los pezones

Los juegos previos con los pezones tienen mucho valor. Esto se duplica para los hombres, porque sus pezones son un territorio inexplorado, una zona erógena con la que no han experimentado.

8. Los lados del torso

Serpentear desde el fondo de la caja torácica hasta las caderas es un poderoso nervio que, cuando se estimula, se conecta directamente a tu clítoris y al pene de tu pareja. Cuando tocas esta área, esto hace que los músculos del suelo pélvico se contraigan por reflejo en hombres y mujeres, lo que aumenta la excitación.

Querrás usar un toque más firme aquí, ya que es más delicado que otros lugares. Empieza por un lado, justo debajo de la caja torácica, y frota el área con la mano o alterna entre besos (aplique más presión de lo normal con los labios) y mordidas hasta el hueso de la cadera.

Los beneficios aquí son dobles: no solo se siente increíblemente bien en el momento, sino que esas contracciones pélvicas también crean una acumulación de orgasmos.

9. El sendero en los muslos

Uno de los nervios más explosivos del cuerpo se encuentra en la parte superior del muslo interno. Se llama nervio ilioinguinal y es increíblemente sensible al tacto.

De hecho, es mejor guardarlo para el final y trabajar para conseguirlo. Comienza por chuparte los dedos (la humedad aumenta la estimulación) y, lentamente, sácalos desde la parte media del muslo hasta la parte superior. Luego sigue el camino que acabas de trazar con tu lengua, abriéndote camino hacia la región superior.

Debido a que la piel aquí es sensible, es importante observar cómo reacciona tu pareja. Si se estremece, estás estimulando el nervio hasta el punto en que se siente demasiado delicado. La solución: dar a la zona besos más firmes (también funcionará en ti).

A medida que tu pareja te toca aquí, notarás que tu respiración se vuelve más rápida y que tu pelvis comienza a tener espasmos. La razón: acariciar esta área estimula indirectamente los genitales, ya que los nervios que la rodean están emitiendo señales de placer al cerebro.  @mundiario

 

 

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