¿Los viajes espaciales aceleran el envejecimiento?

Astronauta en el espacio. / RR SS.
Astronauta en el espacio. / RR SS.
Un conjunto de estudios revela que los largos viajes al espacio y las misiones espaciales estarían asociados a diversos riesgos para la salud de los astronautas, entre ellos los problemas que afectan al ADN y el proceso de envejecimiento.
¿Los viajes espaciales aceleran el envejecimiento?

La respuesta parece ser sí: los viajes espaciales aceleran el envejecimiento. O el menos esto es lo que sugiere un conjunto de estudios recientemente presentados, que revela que las largas misiones espaciales estarían asociadas a diversos riesgos para la salud de los astronautas, entre ellos los que afectan al ADN o el proceso de envejecimiento.

Las investigaciones, publicadas en diversas revistas científicas del grupo estadounidense Cell Press, ofrece detalles inéditos sobre los riesgos que enfrentan los profesionales que pasan un tiempo prolongado fuera de la Tierra: problemas cardiovasculares y neurológicos; pérdida de masa muscular y densidad ósea e incluso el padecimiento de trastornos oculares.

Los expertos, reunidos en el mayor conjunto de datos de biología espacial y efectos sobre la salud de los astronautas jamás producido, detallan que a medida que el tiempo de exposición al espacio es mayor, mayores son también los daños; y que existen seis factores potencialmente peligrosos que experimenta el cuerpo humano durante los viajes espaciales de larga duración:

> Estrés oxidativo: un desequilibrio de antioxidantes y radicales libre que provoca un daño en los tejidos del organismo.

> Daño al ADN: relacionado con el proceso de envejecimiento.

> Disfunción en las mitocondrias: múltiples alteraciones en la longitud de los telómeros (finales de un cromosoma). 

> Cambios en el genoma y el epigenoma: conjunto de genes contenidos en cromosomas y un registro de los cambios químicos en las proteínas de ADN.

> Cambios en el microbioma: microorganismos que habitan dentro y fuera del cuerpo humano. 

El conjunto de investigaciones, firmado por más de 200 investigadores de diversos grupos académicos, agencias espaciales, gobiernos e industrias, supone un importante avance en la lucha por comprender la biología espacial y los efectos en la salud de los astronautas. 

“De cara al futuro, nuestro objetivo es tener una mejor idea de los mecanismos subyacentes, de lo que sucede durante los vuelos espaciales de larga duración en el cuerpo humano y cómo varía entre las personas. No todo el mundo responde de la misma manera", ha concluido Susan Bailey, bióloga de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos. @mundiario


 

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