El telescopio James Webb llega a su destino final, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra

Lanzamiento del cohete Ariane 5 con el telecopio James Webb. / @ESA en Twitter.
Lanzamiento del cohete Ariane 5 con el telecopio James Webb. / @ESA en Twitter.

El telescopio espacial que ha costado casi 10.000 millones de dólares, ha llegado a su órbita definitiva y podrá enviar imágenes del universo lejano a partir de este verano.

El telescopio James Webb llega a su destino final, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra

El telescopio espacial James Webb, el mayor observatorio espacial jamás construido y lanzado al espacio exterior, ha alcanzado durante la noche de este lunes su órbita final, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en el punto de Lagrange 2 (L2), desde donde podrá obtener imágenes inéditas del Universo lejano.

Los astrónomos auguran que desde ese punto “ideal para observar el cosmos”, se pueda aprender más información acerca de las primeras galaxias del Universo, lo que permitiría a los científicos y a la humanidad comprender mejor el espacio, en un intento por descifrar los misterios que aún resguarda.

La activación de los propulsores, que lograron posicionar al telescopio en L2, se realizó desde el centro de control ubicado en Baltimore, Maryland, EE UU, según informó la agencia espacial NASA. El observatorio activó sus propulsores por tercera vez desde su lanzamiento, a bordo de un cohete Ariane 5, el pasado 25 de diciembre de 2021 en un puerto espacial europeo en la Guayana Francesa.

Su impulso tuvo que ser reducido levemente para evitar que se le adelantara a su objetivo, permitiendo que llegara al punto escalonadamente.

Un hito en la astronomía

“¡Bienvenido a casa, Webb!”, celebró el jefe de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado. Añadió que “hemos dado un paso más para descubrir los misterios del Universo. ¡Y tengo ganas de ver las primeras nuevas imágenes del Universo del telescopio Webb este verano!”, dijo.

Su ubicación fue justamente calculada para evitar la radiación y procurar que su temperatura no exceda de los 266 grados bajo cero, para garantizar su funcionamiento y lo que le permitiría captar imágenes con más claridad objetos lejanos.

El telescopio Webb fue lanzado conjuntamente entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA), cuyos costes oscilan los 10.000 millones de dólares, siendo uno de los más caros equipos científicos jamás construidos.


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¿Qué estudiará?

Webb ha sido posicionado en L2, donde las fuerzas de atracción del Sol y de la Tierra se contrarrestan, permitiéndole que transite libremente sin mucho uso del combustible debido a su propia fuerza. Aunque no estará propiamente sobre él, pues lo orbitará tal y como lo hace la Luna con nuestro planeta, pero por un periodo de seis meses.

Además, su posición lo alinea con la Tierra, lo que le permite a su espejo, una especie de parasol integrado, proteger los equipos de la luz, el calor y la radiación que suelten las galaxias que estudiará.

Webb está diseñado para descubrir los orígenes del Universo, estudiando las primeras galaxias que presumen se hayan formado 400 millones de años después de que ocurriera el Big Bang. Los astrónomos especulan que las galaxias y estrellas que analizará tienen 13.400 millones de años de haberse constituido.

A diferencia de otros observatorios, el James Webb está preparado para recibir la radiación infrarroja que producen los cuerpos celestes, e incluso, está perfectamente diseñado para recibirlas y percibir objetos muy lejanos, antiguos e incluso nubes de polvo cósmico que absorben la luz de las estrellas.

También ayudará a investigar los exoplanetas, a estudiar sus atmósferas y determinar si podría existir vida en los planetas gigantes del Universo, apenas se enfríen sus instrumentos y pueda ser calibrado para iniciar sus investigaciones. @mundiario

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