El telescopio James Webb desvela las radiantes auroras de Júpiter

Imagen de Júpiter con NIRCAM del Telescopio James Webb. / NASA
Imagen de Júpiter con NIRCAM del Telescopio James Webb. / NASA

Los científicos que lideraron la observación del gigante gaseoso no esperaban que las imágenes del observatorio “serían así de buenas”.

El telescopio James Webb desvela las radiantes auroras de Júpiter

Júpiter es un planeta muy ocupado, las nuevas imágenes del Telescopio Espacial James Webb así lo demuestran. Auroras arcoíris, bravas tormentas, poderosos vientos, temperaturas extremas y condiciones de presión adversas. Todo esto y más se ha podido desglosar de las más recientes tomas del gigante gaseoso de nuestro sistema solar, que comprueba que, aunque creíamos que lo sabíamos todo… igual no.  

“No esperábamos realmente que fuera así de bueno, honestamente”, ha dicho la astrónoma Imke de Pater, en un comunicado liberado el lunes. La también profesora emérita de la Universidad de California en la ciudad de Berkeley, ha sido quien, en compañía de su colega del Observatorio de Paris Thierry Fouchet ha liderado las observaciones al planeta más masivo en nuestro vecindario, usando al recién estrenado Webb, con poco más de un mes al ruedo.

En las más recientes instantáneas tomadas por el mayor telescopio jamás lanzado al espacio exterior no solo se aprecian los pequeños detalles de Júpiter, sino que también pueden verse otras estrellas, galaxias, sus haces de luz o incluso el reflejo que provocan frente a los instrumentos del Webb que, a propósito, fue empleado la NIRCam (cámara de visión infrarroja).

Estamos acostumbrados a ver a Júpiter con sus colores característicos, pues eso es porque las vemos bajo la luz visible. Eso no es lo que hace el Webb, sino que ahonda en el espectro capturando los astros en la visión infrarroja. Los datos después son enviados a una base de datos con la información que detectaron los sensores, para después reconstruir una imagen y colorearla.

Los filtros del James Webb

Para conseguir reconstruir estas imágenes la NASA ha colaborado con Judy Schmidt, de Modesto, California, una fanática de la astronomía que trabajó junto a Ricardo Hueso, quien investiga las atmósferas planetarias en la Universidad del País Vasco. Juntos tradujeron los datos en las asombrosas imágenes que estamos viendo.

La imagen más colorida no es una sola, sino que es la composición de tres filtros juntos, distinguibles al ver los diferentes tonos de las auroras de los polos norte y sur del planeta. Las auroras brillan de un color rojizo, lo que resalta la luz reflejada en las nubes más bajas y la calima más alta. Un filtro diferente es asignado en amarillos y verdes, que muestra la calima que se arremolina en torno a los polos. Finalmente, el último filtro muestra en azul la luz que se refleja de las nubes más profundas.

La Gran Mancha Roja de Júpiter, una famosa tormenta en forma de remolino que es capaz de engullir a la Tierra por su colosal tamaño, se deja ver también, pero en blanco junto a otras nubes. La NASA explica esto alegando que es porque “reflejan mucha de la luz solar”.

“Las numerosas “manchas” y “rayas” pintadas de un blanco brillante son probablemente cimas de nubes de tormentas convectivas condensadas a gran altitud”, indica Heidi Hammel, científica interdisciplinaria del equipo del Webb. Por el contrario, explica, las cintas oscuras que se ven al norte de la región del ecuador del planeta no tienen muchas nubes.

Una nueva visión de Júpiter

También se ha publicado una visión panorámica de Júpiter junto al campo que le rodea, usando el filtro cian. Aquí se puede apreciar los anillos que emiten una luz un millón de veces más débil que la del gigante gaseoso, junto a dos pequeñas lunas llamadas Almathea y Andrastea, con galaxias en el oscuro telón de fondo y los haces de luz que deja el fenómeno de difracción en los polos y el anillo.

“Esta imagen resume la ciencia de nuestro programa del sistema de Júpiter, que estudia la dinámica y la química del propio Júpiter, sus anillos y su sistema de satélites”, señala Fouchet.

 

Todas estas imágenes no son solamente valiosas por su estética, sino porque en realidad arrojan una gran cantidad de datos que ya están siendo analizados en este momento.

Los astrónomos ahora van a investigar “capas de nubes, vientos, composición, actividad auroral y estructura de temperatura”, así como las lunas a su alrededor. @mundiario

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