El talento y los genes: ¿realmente existe una relación?

Genes. / Medical News Today.
Genes. / Medical News Today.
En realidad, esta relación no es con respecto a los genes sino con respecto a la transcripción génica (ARN).
El talento y los genes: ¿realmente existe una relación?

“El talento es innato y la destreza es aprendizaje”. Con esta frase queda clara la combinación entre los aspectos genéticos y la tenacidad de las sinapsis que facilitan el desarrollo de las destrezas.

Podríamos decir que para que exista una destreza debe existir una cierta intensidad de talento, ya que en caso contrario podríamos estar experimentando o repitiendo continuamente una actividad que fomentaría el aprendizaje automático. Por ello, pudiera suceder que existiera el talento y que no se manifestase la destreza.

¿Existe una relación?

Últimamente estamos asistiendo a una escalada sobre la relación entre los genes y el talento. No hay duda que al ser innato el talento, dicha relación es cierta. Pero en realidad, esta relación no es con respecto a los genes sino con respecto a la transcripción génica (ARN). Ésta codifica para producir proteínas que a través de múltiples rutas metabólicas, obtiene una salida neurotransmisora en esta enorme "red viaria” cargada de metabolitos que todos poseemos.

Por ello, a medida que se va investigando sobre la genética del comportamiento, se va dejando menos “terreno de juego” a los predicadores, a los speakers emocionales y a los charlatanes motivadores.

Dentro de esta escalada, algunas publicaciones comentan que ciertas variaciones en el cromosoma 6 son las responsables de la especialización cognitiva, pero ya le digo que dicho cromosoma contiene aproximadamente 170 millones de pares de bases que ejecutan, en una mínima parte, progresiones relacionadas con el sistema nervioso y sus células (neuronas).

Por ello, le advierto que los genes no actúan en solitario, sino que son capaces de generar una paleta cromática que haría palidecer a la clasificación Pantone.

Cómo se activa el talento

Si atendemos a Howard Gardner y a su interesante pero insuficiente (desde el punto de vista científico) teoría de las Inteligencias Múltiples, percibiremos que diferentes “talentos” se activan con diferente magnitud e intensidad con el objetivo de relacionar al ser humano con su entorno. En estudios realizados con la tecnología algorítmica ADNe se ha conseguido una aproximación sobre la relación entre cada una de las inteligencias de Gardner y la actividad dominante de algunos neurotransmisores. Ya le digo que se trata de investigaciones “in sílico” (secuenciación masiva y selectiva de datos con carácter predictivo) y no con ratones.

Como todo en nuestro sistema biológico, los neurotransmisores se combinan en cadenas y capas, aportando diferentes dosificaciones en las mezclas para conseguir un resultado concreto y efímero. Por ello, no le debe extrañar que los mismos neurotransmisores se convoquen para atender a diferentes talentos. La variabilidad en la intensidad de cada neurotransmisor convocado es dependiente de la variabilidad de los demás, ofreciendo así una sensibilidad extrema. En realidad, todos los neurotransmisores están presentes en todos los talentos.

Para facilitar una explicación sencilla a todo esto, únicamente mencionamos aquellos neurotransmisores dominantes. Como le decía, La inteligencia Lingüística detallada por Howard Gardner se relaciona con la liberación dominante combinada de Serotonina y GABA, al igual que la Lógico-Matemática lo hace con Glutamato y Acetilcolina. Así mismo, la Interpersonal lo hace con Acetilcolina, Glutamato, Dopamina y Norepinefrina. Como ve, un buen cóctel...

Le ruego que no caiga en la trampa de pensar que por ser GABA inhibidor de Glutamato, esta fórmula es imposible. Debe saber que la Inteligencia Lingüística no es opuesta a la Lógico-Matemática. Son complementarias.

Ahora sabemos que existen procesos enzimáticos y de expresión génica en el núcleo de las neuronas (son células) que canalizan, combinan, bloquean y facilitan interacciones hasta hace poco tiempo desconocidas.

La Cátedra Innovación de la UPV (Universidad Politécnica de Valencia) ha clasificado los “Talentos” en 5 ramificaciones, tales como Estratégico, Expresivo, Creativo, Emocional y Colectivo, disponiendo cada uno de estos talentos de sus propios elementos. Le voy a poner un ejemplo sobre una medición, realizada a través del algoritmo ADNe sobre las intensidades localizadas en dichos talentos den un individuo concreto:

Talento Estratégico: 70,57%, Talento Expresivo: 65,24%, Talento Creativo: 56,00%, Talento Emocional: 61,75% y Talento Colectivo: 64,20%.

Talento y 2 caracterizaciones concretas

Por lo tanto, podemos comentar que el “talento” no es disyuntivo (o tengo uno o tengo otro) sino que es colaborativo y combinable.

Según diversas investigaciones, podríamos definir el talento en 2 caracterizaciones concretas: por un lado, el talento basado en la “especialización” y por otro, aquel talento que se basa en la “Combinación”; incluso en la combinación de registros con intensidades relativamente mediocres.

En el primer caso, el factor dominante es único y además, de forma patente y potente. En el segundo, ningún factor es claramente dominante. Digamos que nos encontramos con una línea vertical que indica altitud (primer caso) y una horizontal que indica amplitud (en el segundo caso).

¿Es posible disponer de ambos tipos de talento? La respuesta es sí; es posible pero improbable.

Para localizar esta tipología de talento, es necesario utilizar la secuenciación algorítmica ADNe, la cual mide 2 psicomarcadores:

  1. Intensidad del registro “Sm” del persotipo, siendo más especializado el individuo cuanto menor es la intensidad de dicho registro y más combinatorio cuanto mayor sea dicha intensidad detectada.
  2. El segundo marcador se refiere al cálculo de la consistencia y concentración de todos los registros del persotipo, obteniendo una elevada, mediana o baja intensidad. Ya le digo que aquí medimos la “Concentración”. Ahora entenderá porque un talento puede ser ese que se refiere a combinar correctamente aspectos relativamente mediocres.

Individuos con elevadísimas intensidades en todos los registros de su persotipo que obtengan marcadores de concentración sobresalientes, hay pocos. Piense en Leonardo Da Vinci. Quizás él disponía de ambos tipos de talento... quizás.

En definitiva, como le decía... el talento se despierta cuando nacemos, se desarrolla mientras vivimos y con el tiempo, es reconocido por los demás como una destreza. @mundiario 

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