¿De qué se trata la calima que tiñe a España de naranja?

La sierra de Guadarrama afectada por la calima. / RR.SS.
La sierra de Guadarrama afectada por la calima. / RR.SS.

La ola de polvo en suspensión que ha cubierto a la Península comienza a disiparse este jueves, pero no se prevé su completa desaparición hasta después del fin de semana.

¿De qué se trata la calima que tiñe a España de naranja?

España atraviesa un avivado episodio de fenómenos naturales. Esta semana, la Península y las Islas Baleares han sido teñidas de color naranja debido a la intrusión del polvo sahariano que ha entrado a Europa, y cruzado hasta el otro lado del Atlántico, dejando paisajes y advertencias por donde pasa.

El manto de polvo está siendo arrastrado por la borrasca Celia, que ya ha empezado a debilitarse en el sureste del país. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya había alertado desde el jueves pasado que este temporal iba a crear una intrusión de polvo en el país, pero hasta ahora lo ha calificado de “extraordinario” debido a la intensidad y extensión que ha demostrado en su estancia.

Desde Aemet advierten de que podrían continuar las lluvias de barro o de sangre, especialmente en el sureste debido a las fuertes precipitaciones que se prevén para la región mediterránea. Aunque se empiece a disminuir la intensidad del polvo, aún se proyectan escenarios de fuerte presencia en el sur, el centro, el este y en Baleares.

¿Qué es la calima?

La calima es la presencia de diferentes partículas en el aire que, presentando un estado de suspensión, son transportadas por vientos naturales que generalmente se asocian con las tormentas o precipitaciones. Estas partículas se presentan en forma de polvo y pueden albergar distintos componentes químicos. La calima suele provenir de territorios arenosos, cuyo polvo es levantado por el viento y distribuido por la corriente.

Cuando hablamos de polvo sahariano o de “intrusión o episodio sahariano”, nos referimos exclusivamente a la calima que tiene su origen en el desierto del Sáhara, en África, del otro lado del mar Mediterráneo. Este es el caso que ha teñido a España y a Portugal de naranja, así como ha afectado a Francia, Italia o Austria y se prevé que ocurra lo mismo en el sur del Reino Unido, de Bélgica, de los Países Bajos y el norte de Alemania, conforme se vaya alejando sola del lado más occidental de Europa.

 

Los fenómenos meteorológicos regionales, la categoría en la que la borrasca Celia entraría según el Aemet, son los principales protagonistas durante la emisión de estos polvos. En consecuencia, este polvo se extiende por todo un territorio bastante amplio. Ocurre con bastante frecuencia en las Islas Canarias y en el sur de la Península como Andalucía o la Región Murcia.

Incluso, el mismo caso ocurre en América, el propio polvo del Sáhara es arrastrado con cierta frecuencia hacia el otro lado del Atlántico, por temporadas. Por ejemplo, a mediados de febrero la última colada del polvo africano llegó a Venezuela y a las islas del Caribe. La incidencia es tal, que incluso médanos ubicados al noroeste del país caribeño son plenamente alimentados por la arena sahariana.   

La calidad del aire empeora

De acuerdo con María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS), consultada por El País, se trata de “episodios de corta duración, pero muy intensos”. El organismo internacional ha reconocido a la calima como uno de los factores que afecta a la mala calidad del aire, principalmente porque supone un aumento de “las partículas en suspensión, en concreto, las llamadas PM₁₀ (aquellas de un diámetro de más de 10 micras)”.

The Conversation señala que las concentraciones PM₁₀ promedio de Madrid suelen estar por debajo de los 50 microgramos por metro cúbico (µg/m3), cuando este miércoles se registraron alertas extraordinarias de 380,58 µg/m3. El caso más resaltante fue en Lorca, donde la calima provocó el disparo de las concentraciones de estas partículas. El municipio murciano, en efecto, presentó la peor calidad del aire de España con 624,88.

¿La calima afecta a la salud?

Los expertos sanitarios advierten de que estas partículas no son nocivas de por sí, de hecho, el polvo sólo podría perjudicar gravemente a personas que presenten enfermedades respiratorias como el EPOC, el asma o alergias al polvo. Otros grupos de riesgo incluyen a los niños debido a su no completamente desarrollado sistema inmunitario, y a los adultos mayores porque frecuentemente presentan desmejoras en ese sentido.

Las autoridades alegan que en el caso de las personas que no pertenezcan a ninguno de esos grupos, no se debería presentar más molestias que irritación por constante contacto, tos frecuente o enrojecimiento de los ojos. La OMS recomienda que todos deberían evitar hacer ejercicios en exteriores o que se reduzca la intensidad del entrenamiento.

 

Otras recomendaciones son beber mucha agua y acudir al médico si se siente mal. Pero la sugerencia más importante resulta ser utilizar mascarillas FFP2 en exteriores, para así reducir el ingreso de partículas al organismo. No se recomienda sólo el uso de las quirúrgicas, debido a que “no filtran del todo” las partículas más pequeñas que pueda traer la calima.

¿Es normal que ocurra la calima?

Sí, de hecho, los servicios meteorológicos de España reconocen que ocurre al menos dos veces al año, entre primavera y verano. Se presume que esta colada de polvo sahariano provenga de Argelia o de Libia, y que pase como normalmente, sin ningún percance.

A veces la calima puede traer sustancias no orgánicas como el plomo o el azufre y que pueden ser nocivas, derivan principalmente de zonas de acción industrial. Frecuentemente la calima también presenta elementos como el hierro, el fósforo, que resulta altamente beneficioso para el planeta.

 

La calima cumple un rol de dispersor de elementos positivos que fertilizan las tierras, alimentan el plancton el océano, enriquece las aguas y de paso captura el dióxido de carbono evitando que suba a la atmósfera y que continúe el calentamiento de nuestro planeta. @mundiario

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