Hallan un virus porcino en el corazón de cerdo trasplantado a un hombre

Sala de cirugías de un hospital. / RR SS.
Sala de cirugías de un hospital. / RR SS.

David Bennett, el paciente que recibió el primer trasplante de corazón de cerdo, falleció dos meses de haber pasado por el quirófano, por razones aún desconocidas.

Hallan un virus porcino en el corazón de cerdo trasplantado a un hombre

A cinco meses de que el paciente de 57 años que recibió el primer trasplante de corazón de cerdo, una innovadora y experimental operación, falleciera por motivos todavía no aclarados, se empiezan a conocer mayores detalles que podrían arrojar una pista de cómo se produjo su muerte, en aras de descubrir cómo evitar que la situación se repita.

En la Universidad de Maryland, David Bennett, un trabajador de mantenimiento con una rara cardiopatía terminal, se sometió a una cirugía de xenotrasplantes, como se les denominan a los trasplantes de órganos o tejidos de una especie animal destinadas a otra diferente especie, en este caso, se trató de un corazón de cerdo en el cuerpo de un hombre.

La operación se tomó pues el paciente no era elegible para que se le realizara un trasplante de corazón humano o algún otro tratamiento convencional, dado su grave estado y la rareza de su enfermedad. En diciembre de 2021 las autoridades de EE UU le concedieron el permiso para practicarle la operación, y en enero logró salir del quirófano exitosamente. Desde entonces los médicos reportaron su recuperación, hasta que, en marzo, extrañamente, su condición empeoró hasta fallecer.

La muerte del señor Bennett, aunque previsible dada la naturaleza experimental de su cirugía, había sido un completo misterio, incluso para los propios médicos que le atendieron desde su operación, de acuerdo con lo que respondieron a la prensa en ese entonces.  El hospital simplemente se había remitido a asegurar que su situación se complicó, pero no proporcionaron la causa de muerte ni una hipótesis.

Hallan un virus porcino en el corazón trasplantado

El cirujano que le practicó la cirugía a Bennett, el doctor Bartley Griffith, rompió el hielo el mes pasado, al revelar durante un seminario web por la Sociedad Estadounidense de Trasplantes, que el corazón de cerdo estaba infectado con un virus conocido como citomegalovirus porcino, que, aunque no se sabe con certeza, pudo haber tenido algo que ver con la muerte del señor Bennett. “Estamos comenzando a saber por qué falleció”, dijo Griffith, y agregó: “el virus tal vez fue el actor, o podría ser el actor, lo que provocó todo esto”.

El equipo médico reconoció desde entonces que han podido detectar ADN del virus en el corazón de cerdo que, habiendo sido modificado genéticamente en al menos unas 10 ocasiones, se suponía que estaba limpio de genes porcinos que pudieran ser percibidos como una amenaza por el sistema inmune del paciente. El equipo médico dijo que el cerdo donante estaba sano, que había vivido en una instalación diseñada para evitar la propagación de infecciones y que había aprobado todas las pruebas requeridas por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).

Poco después de la cirugía de Bennett, Griffith y su equipo se dedicaron a monitorear con frecuencia su recuperación a través de varios análisis de sangre. En uno de los exámenes, los médicos estudiaban la sangre de Bennett en busca de varios virus y bacterias. Allí encontraron “una pequeña señal”, que indicó en ese momento la presencia del citomegalovirus porcino.

No obstante, de acuerdo con lo que declaró Griffith a las agencias de noticias internacionales, algunos virus están “latentes” en el cuerpo de una persona, pero puede que no produzcan enfermedades, “podría ser un viajero”. Griffith aseguró que ese análisis sanguíneo tarda aproximadamente unos 10 días en ser realizado, por lo que su equipo si el virus incidió en la muerte de Bennett, el equipo médico no podía saber que se estaba multiplicando a una asombrosa velocidad.  

¿Cómo murió Bennett?

Al día 43 del experimento, Bennett, quien venía recuperándose favorablemente, tiene un retroceso que complica su salud. Los médicos descubrieron que Bennett respiraba con dificultad y que su temperatura se elevó considerablemente. “Se veía realmente afectado. Algo le pasó. Parecía infectado”, dijo Griffith.

Para combatir la aparente infección de Bennett, y mantener a raya su sistema inmunitario para evitar que el cuerpo identificara al corazón como una amenaza, y le rechazara, una variedad de antibióticos, medicamentos antivirales y un tratamiento para estimular el sistema inmunológico. Por un día, el paciente mejoró relativamente, para recaer al día siguiente. Su corazón se hinchó y se llenó de líquido, para dejar de funcionar eventualmente.

Como resultado de la infección, se pudo haber desencadenado una reacción que Griffith considera como una “explosión de citocinas”, una respuesta inmunitaria a una amenaza, dada de manera exagerada. “Personalmente, sospecho que desarrolló una fuga capilar en respuesta a su explosión inflamatoria, y eso llenó su corazón de edema, el edema se convirtió en tejido fibrótico y sufrió una insuficiencia cardíaca diastólica grave e irreversible”, sostiene Griffith en su explicación en el seminario. @mundiario

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