Un estudio alerta de que los osos polares podrían extinguirse antes de lo que pensábamos

Osos polares. Pixabay.
Osos polares. / Pixabay.
Estos mamíferos carnívoros son los más amenazados por el cambio climático, ya que son incapaces de alimentarse si desaparecen las placas de hielo en el océano. 
Un estudio alerta de que los osos polares podrían extinguirse antes de lo que pensábamos

Los osos polares podrían extinguirse antes de lo que pensábamos. Así lo ha dejado claro un estudio publicado en la revista científica Nature Climate Change, que alerta de que el futuro de la especie prende de un hilo gracias a las emisiones de gases de efecto invernadero. 

El informe destaca que estos mamíferos carnívoros, además de los más grandes de la Tierra, son también los más amenazados por el cambio climático. ¿La razón? Sencilla: son incapaces de alimentarse si desaparecen las placas de hielo en el océano. 

El panorama es devastador: los expertos detallan que, incluso en el escenario más favorable (con recortes moderados de las emisiones de gases), la extinción de los animales solo se retrasaría, ya que es ‘casi irreversible’. 


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En concreto, los expertos alertan que los osos polares comenzarán a tener grandes problemas para reproducirse a partir de 2080, lo que “pondrá en peligro la persistencia de casi todas las subpoblaciones de aquí a 2100". “Los osos necesitan comida y para tener comida, necesitan hielo”, apunta Péter K. Molnár, profesor asistente de la Universidad de Toronto Scarborough y uno de los autores del estudio. “Pero para que tengan hielo, necesitamos controlar el cambio climático”. 

Los autores afirman que actualmente hay unos 25.000 osos polares repartidos en 19 subpoblaciones distintas (Canadá, Alaska, Siberia, la isla Svalbard y Groenlandia) pero las proyecciones indican que, en unos años, el único lugar habitable para la especie será en las islas Reina Isabel, en el Ártico canadiense.

Eso sí: para que esto sea posible es necesario que los seres humanos tomemos acciones para disminuir la actual emisión de gases de efecto invernadero.  

“Soy muy consciente de que la historia que estamos contando es sombría”, dice Molnár. “Pero también hay un elemento de esperanza, de que no estén completamente condenados si cambiamos nuestro comportamiento”, concluye. @mundiario

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