Astrónomos descubren ‘Maggie’, la estructura más grande jamás detectada en la Vía Láctea

Vía Láctea. / ESA.
Vía Láctea. / ESA.

Fue encontrada a unos 55.000 años luz de la Tierra y se formó, según estimaciones, hace unos 13.000 millones de años. Ayudaría a entender mejor cómo se forman las estrellas.

Astrónomos descubren ‘Maggie’, la estructura más grande jamás detectada en la Vía Láctea

Un grupo de astrónomos e investigadores del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) ha descubierto la que a partir de ahora se conoce como la estructura más grande jamás hallada en la Vía Láctea. Se trata de un gran filamento de hidrógeno, que fue bautizado como Maggie, en honor al río más largo de Colombia, el Magdalena, debido a que uno de los investigadores, Juan Soler, es nativo de allí.

Los investigadores lograron determinar el tamaño de la enorme estructura a través del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea. Mide 3.900 años luz de largo, 130 de ancho y consiste casi en su totalidad de gas de hidrógeno atómico, solidificado. Por ello, y porque representa una forma molecular distinta a la encontrada en el espacio, puede ayudar a dilucidar el ciclo de vida de las estrellas.

Los investigadores pudieron comprobar que su velocidad es paralela al disco de la galaxia. “Esto nos permitió mostrar que las velocidades a lo largo del filamento (del hidrógeno en el espacio) apenas difieren”, explicó el astrónomo Henrik Beuther. Concluyen, en su publicación de la revista Astronomía y Astrofísica, que se trata de una estructura coherente

El material del que está hecho, hidrógeno, se halla de manera atómica en el espacio, en forma de átomos y la unión de estos, las moléculas. Siempre en estados distintos. El gas molecular es el único que puede condensarse, toma forma de nubes relativamente compactas, que originan regiones heladas donde, en algún momento que los científicos desconocen, emergen las estrellas.

Aún no queda claro cómo es que se da la transición del hidrógeno atómico al molecular en el espacio, pero las nubes condensadas son una pista que hace que los investigadores se interesen por ellas. La transición podría producirse allí, un entorno donde el gas atómico se une con otros átomos y crean moléculas.

Las nubes moleculares, por lo general, se extienden “sólo” unos 800 años luz de ancho, cuando el filamento Maggie, de acuerdo con la autora Sümeyye Suri, presenta una menor anchura, pero una longitud de casi 4.000 años luz.

En los datos publicados por los autores del descubrimiento, Maggie presenta hidrógeno molecular en una fracción de masa del 8 %. “Es posible que estemos ante una región del Universo en la que, en un futuro lejano, emerjan nuevas estrellas”, dicen los investigadores. Por lo tanto, esa zona de nuestra galaxia está produciendo la materia prima que las estrellas necesitan para surgir.

Precisamente debido a la “extraordinaria longitud” del filamento, existen zonas donde aparentemente los gases de hidrógeno convergen. En esas partes se podrían estar generando nubes de hidrógeno molecular, según indican los autores.

Maggie se extiende aproximadamente a 1.600 años luz por debajo de la Vía Láctea. “Todavía no sabemos cómo llegó hasta allí, aún quedan muchas preguntas sin respuestas”. @mundiario

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