Así fue el tsunami global tras el asteroide que extinguió a los dinosaurios

Representación de una extinción masiva. / RR SS.
Representación de una extinción masiva. / RR SS.

Una simulación demuestra cómo el fuerte impacto en la península de Yucatán, México, arrasó con el lecho marino de todas las costas del planeta.

Así fue el tsunami global tras el asteroide que extinguió a los dinosaurios

El asteroide que acabó con el 75 % de la vida en la Tierra, cuando impactó hace unos 66 millones de años, dejó una estela de destrucción que perjudicó al mundo entero. Inmediatamente después de su colisión en lo que es hoy en día la península de Yucatán, en México, se produjo un gran tsunami de proporciones globales que arrasó el lecho marino y alcanzó todas las costas del planeta.

Es un hecho que asegura el más reciente estudio realizado por la Universidad de Michigan, que ha hecho una simulación de la destrucción marina que provocó el mismo asteroide que extinguió a los dinosaurios, a través de modelos ejecutados con tecnología puntera. Para esto, los expertos recogieron datos geológicos de unos 120 lugares costeros de todo el globo, algunos formados poco antes que el impacto y otros nacidos poco después de él.

Según los cálculos publicados en AGU Advances, la energía del tsunami global fue 30.000 veces más potente que el que emitió el devastador tsunami en el Océano Índico, originado por un terremoto en 2004, que causó 230.000 muertes, uno de los más grandes y fatídicos de la era moderna.

Pero este fenómeno fue distinto, provocado por el impacto de un asteroide de unos 14 kilómetros de diámetro, que se desplazaba a una velocidad de 12 kilómetros por segundo. Golpeó en la península de Yucatán, cerca del actual pueblo de Chicxulub, donde dejó un cráter (bautizado como el pueblo) de unos 180 kilómetros de diámetro aproximadamente, en aguas poco profundas del océano, por lo que se encontró con una corteza terrestre y su capa de granito.

El tsunami global arrasó el Atlántico norte y el Pacífico sur

Tras la colisión, columnas de hollín y polvo fueron expulsadas a la atmósfera. En la Tierra, dos minutos después se alzó una ola de 4,5 kilómetros de altura. Unos 10 minutos después se generó una ola de tsunami de 1,5 kilómetros de alto que, en forma de anillo expandiéndose a su exterior, barrió con todo a su paso, en todas direcciones. Los principales afectados fueron el Atlántico norte y el Pacífico sur.

En esas regiones del mundo, a las que llegaron las olas tras extenderse por el golfo de México y el litoral pacífico mexicano. La simulación demostró que el tsunami se dispersó por estas dos rutas específicas al cruzar el Central America Seaway, la masa de agua que separaba América del Norte y Central de América del Sur, antes de que la actividad volcánica provocara el surgimiento del istmo de Panamá.

Al Atlántico norte y el Pacífico sur los azotaron olas que probablemente pudieron haber superado los 20 centímetros por segundo, una velocidad capaz de arrasar el lecho marino. Las otras regiones del planeta como lo que era entonces el Mediterráneo, el Atlántico sur, el Pacífico norte y el océano Índico probablemente habrían sufrido menos daños, con olas de velocidades menores a esa.

“Este tsunami fue lo suficientemente fuerte como para perturbar y erosionar los sedimentos en las cuencas oceánicas del otro lado del mundo, dejando un vacío en los registros sedimentarios o un revuelto de sedimentos más antiguos “, declaró la principal autora del estudio, Molly Range. @mundiario

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