Detenida una pareja en Sevilla por vender droga en su casa, donde vivían niños
El narcotráfico se ha convertido en mucho más que un problema de salud pública y de seguridad en España, sino que también ya es un fenómeno que permea en las familias del país.
Así ha quedado en evidencia cuando la Guardia Civil ha detenido este viernes a dos vecinos del municipio sevillano de Los Palacios y Villafranca, un hombre de 45 años y su pareja de 38, como presuntos autores de sendos delitos contra la salud pública, además de, en el caso del hombre, otros delitos de tenencia ilícita de armas y falsedad documental, ya que tenían presuntamente un punto de venta de droga por encargo y en su domicilio, donde además vivían con sus dos hijos menores, de siete y diez años, según cita textualmente el reporte del cuerpo de seguridad.
En un comunicado, el instituto armado señala que "desde finales de abril se sospecha que un vecino de una calle de esta localidad se podría dedicar a la venta de sustancias estupefacientes, tanto en la puerta de su domicilio, como repartiendo los encargos que le hacen por teléfono, y que realizaría con un ciclomotor de 125 centímetros cúbicos".
Esto implica que las redes de tráfico de drogas han creado grupos logísticos en las comunidades adentradas de las provincias españolas periféricas a los centros urbanos para expandir la comercialización estratégicas de las mercancías que provienen de América y entran a España a través de sus costas.
En el Área de Investigación se realizan gestiones para averiguar identidad de esta persona y el domicilio desde donde realiza las supuestas ventas, algo que consigue. Tras ello, se realizan múltiples vigilancias sobre la vivienda del sospechoso y se comprueba que, "efectivamente, durante todo el día, realiza venta de estupefacientes tanto en la puerta de su bloque de viviendas, a individuos que se personan en la misma, como repartiendo con su motocicleta en puntos concretados previamente por teléfono con los compradores", reseñó la agencia Europa Press.
Los investigadores de la Guardia Civil también observan las muchas medidas de precaución que toma el individuo para realizar las presuntas transacciones, "estando continuamente en actitud vigilante, intentando eludir sitios concurridos y realizando contramarchas cuando va a hacer entregas, para evitar ser seguido", detalló en el comunicado. @mundiario
