Florentino Pérez resuelve por goleada la asamblea del Real Madrid

Florentino Pérez, en la asamblea del Real Madrid.
Florentino Pérez, en la asamblea del Real Madrid.

El máximo dirigente del club blanco reclama confianza en Iker Casillas y comprensión para Xabi Alonso en su marcha. Las voces críticas no tuvieron eco.

 

Florentino Pérez resuelve por goleada la asamblea del Real Madrid

El máximo dirigente del club blanco reclama confianza en Casillas y comprensión para Alonso en su marcha, en una asamblea de socios compromisarios cargada de puntos conflictivos.

Sigue siendo válida aquella frase que dice, que no todo es como empieza sino más bien como acaba. El Madrid, no hace mucho, era vilipendiado en su propio estadio, con pitos a Casillas y airadas protestas al resto de la plantilla. Los de Ancelotti eran, poco menos, que la perita en duce de la primera división española. Un mal comienzo con la Real y el pinchazo en el derbi madrileño, lanzaban todas las alarmas en la casa blanca.

En Riazor las cosas cambiaban, el equipo sigue sin carburar, a la hora de definir su estilo de juego, pero se antoja inapelable en cuato pisa área contraria. Ronaldo que hizo letal un centro desmedido de Arbeloa, James que limpió las telarañas del marco defendido por Lux y dos últimos 'chicharros' recién llegados del Golfo de México, pusieron las notas de color a un apabullante 2-8 en tierras gallegas.

Tras el encuentro, 24 horas después, asamblea de socios compromisarios, en la que Florentino sigue sin entender la presión mediática y de la propia afición sobre Iker Casillas. Exige un respeto por el curriculum del meta y pide la confianza de una parroquia madridista que, según palabras del propio presidente, resta más que suma con este tipo de actitudes.

Por otro lado quedaba más que zanjado el culebrón Xabi Alonso, al que se refirió con cariño y respeto después de su marcha del equipo. Según Pérez, el jugador había decidido zanjar su etapa en Valdebebas, para probar experiencias distintas como final de etapa a su carrera. Debido a que la llegada de Kross era inminente, Khedira se afianzaba en las expectativas de Carletto e Illarrramendi cobraba mayor peso especifico en la media blanca, se dio por entendido que la falta de Alonso estaba perfectamente cubierta.

En definitiva, que bien van las cosas cuando se gana y que mal cuando se pierde. En A Coruña el único que se llevó algo del campo, además de los tres puntos del visitante, fue el jardinero de Riazor, que consiguió de un cercano y como siempre amable Iker Casillas una elástica que formará parte de la historia negra de los blanquiazules.

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