Xenofobia, racismo y discursos de odio: los males a los que se enfrentan los migrantes en Sudáfrica
Los miembros de la ONU han advertido que la discriminación contra los migrantes se ha institucionalizado tanto en el Gobierno como en la sociedad sudafricana en general.
Tres expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU han catalogado este viernes a la “Operación Dúdula” como un claro ejemplo de discurso de odio. Esta campaña iniciada en redes sociales se ha convertido en una plataforma para la movilización de protestas molestas y ataques reiterados que van desde incendios provocados a casas y negocios hasta asesinatos de ciudadanos extranjeros en Sudáfrica. Incluso, es la estrategia central de campaña de algunos partidos políticos de ese país.
En este sentido, Tendayi Achiume, relatora especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia; Morris Tidball-Binz, relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; y Felipe González Morales, relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes; sostienen que el “discurso antiinmigrante de altos funcionarios ha avivado las llamas de la violencia, y los actores del gobierno no han logrado prevenir más violencia ni pedir cuenta a los responsables”.
Asimismo, mencionaron su preocupación ante una posible “violencia explosiva” debido a “la falta de acción urgente por parte del gobierno para frenar el uso de migrantes y refugiados como chivos expiatorios”, pues solo en 2008 los ataques xenofóbicos provocaron la muerte de más de 60 personas y contribuyeron al desplazamiento de al menos 100.000 personas.
¿Demasiado negros para ser sudrafricanos?
Aunque parezca descabellado esta es una de las ‘razones’ para atacar a los ciudadanos del propio país y/o a las personas refugiadas o inmigrantes. La xenofobia se manifiesta de distintas maneras. De hecho, en abril de este año, un ciudadano de Zimbabue de 43 años y padre de cuatro hijos fue asesinado en Diepsloot por un grupo que iba casa por casa exigiendo visas. Tras sacarlo del lugar, los atacantes lo golpearon y le prendieron fuego, iniciando así una serie de ataques violentos.
De acuerdo con los expertos de la ONU, esta discriminación está presente tanto en las políticas de gobierno como en la sociedad sudafricana en general, atentando con la integridad física, los derechos a un nivel de vida adecuado y de salud, además de elevar los riesgos de detención arbitraria, tortura y devolución.
Además, lamentaron que Sudáfrica no cumpla con la protección de las personas y por el contrario promueva la discriminación racial y xenófoba mientras los perpetradores viven en “una impunidad generalizada por la violencia”.
Ante esto, los expertos instaron a los actores estadales y privados a cumplir sus compromisos con los derechos humanos y la justicia racial, además de adoptar una posición firme contra la violencia racista y xenófoba que abunda en Sudáfrica. @mundiario
