La violencia no es la solución

Manos ensangrentadas. / Neosiam 2021 en Pexels
Manos ensangrentadas. / Neosiam 2021 en Pexels

La criminalidad en Galicia varió un 4,74% en lo que va de año (hasta el trimestre 1 de 2021) respecto al mismo periodo del año anterior, con una cifra total de 18.546 infracciones penales, según datos del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior. 

La violencia no es la solución

La agresión mortal al joven coruñés, Samuel Luiz, ha vuelto a encender las alarmas que parecían que habían mitigado su sonido en los últimos meses. En la madrugada del sábado 3 de junio se produce un asesinato salvaje en manada a la salida de una discoteca en A Coruña. Samuel no debería de haber perdido la vida ese día, como ninguna de las otras tantas víctimas a las que se las arrebatan a diario a raíz de ataques violentos y agresiones físicas.

Samuel, como cualquier joven de 24 años, quería salir de fiesta para disfrutar de la esperada reapertura del ocio nocturno en su ciudad, después de meses con las verjas bajadas a causa del covid. El problema apareció cuando él y una amiga decidieron salir del local en el que se encontraban para realizar una videollamada. Samuel giró el móvil para que la chica al otro lado de la pantalla pudiera ver dónde estaban. Al hacerlo, grabó, sin querer, a un chico que pasaba justo por delante. Cuando se percató de que había salido en la grabación, comenzó a increpar al gallego. A pesar de que el chico le aseguró que no le estaba grabando, sino que era una videollamada, no pudo evitar recibir los primeros golpes por parte del presunto agresor. Al que, al ver que había bronca, se le sumaron el resto de su grupo de amigos. Según testigos presenciales, los agresores emitieron uno de los gritos que más resonaron: “Maricón”. La paliza de golpes acabó con su vida.

Este caso ha desatado la histeria colectiva tanto por medio de las redes sociales, donde cada usuario pasó a compartir la rabia y el dolor que sentía por este brutal acontecimiento, hasta numerosas manifestaciones  en las calles en las que se puso en primer plano la supuesta homofobia de los atacantes.

Manifestación contra el asesinato de Samuel, un joven de 24 años, en la Plaza de María Pita (A Coruña, Galicia, España). / Fernando Losada Rodríguez, Creative Commons.

¿El caso de Samuel constituye un delito de odio?

Un conjunto de personas deciden acabar con la vida de otra al grito de “maricón, o paras de grabar o te mato”. Ahora, es cuando toca comprobar si existe una motivación homófoba previa ya que, si se confirma se trataría de un nuevo episodio de delito de odio.

En un delito de odio la característica principal es la motivación del autor que consiste en el rechazo u hostilidad hacia el que considera diferente. Las víctimas son seleccionadas más por lo que representan que por lo que son o por quienes son. El autor elige a esa víctima porque cuenta con una característica que el autor rechaza, pasando a mostrar conductas de intolerancia o discriminación porque considera, en base a, estereotipos y prejuicios, que tiene menos derechos que el resto. Entre ellos se incluyen los principales ataques por; origen, etnia, sexo, orientación sexual o enfermedad, entre otros.

Los delitos de odio se han disparado en los últimos años desde los 1.172 de 2013 a 1.706 en 2019, según los últimos datos de Interior. Dentro de estos, los que se refieren a la orientación sexual han aumentado un 8,6 % en 2019.

Concentración en repulsa por la muerte de Samuel, en la plaza de María Pita en A Coruña. / Xurxo Lobato

La importancia de los derechos humanos

La violencia no es la solución. Toda persona tiene derecho a vivir y nadie puede decidir por otro cuando debe de acabar su vida. Los derechos humanos ( Declaración ONU 1948) son aquellas “condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización». En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica o cualquier otra condición”.

Violencia es mentir/  Jorge Luís Borgues.

Otra violencia: La violencia de género en Galicia, la cuarta comunidad con la tasa más baja

Galicia cerró el primer trimestre del año con 1.434 denuncias por violencia de género, frente a las 1.387 de las mismas fechas de 2020, lo que supone un incremento del 18,2 %.

Según los datos estadísticos hechos públicos por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en la comunidad gallega los casos de víctimas que decidieron no declarar descendieron un 18,9 %.

Galicia se situó como la cuarta comunidad con la tasa de violencia de género (mujeres víctimas por cada 10.000 mujeres) más baja del Estado, con 10,3 personas, frente a las 14,2 de media estatal. El año pasado se solicitaron durante el primer trimestre 529 órdenes de protección en órganos judiciales gallegos, este año supone un descenso del 29,9%, siendo 371 órdenes solicitadas.

Protesta contra la violencia de género. nuevolaredo.tv

Educación y concienciación: la única forma para erradicar la violencia

La única forma que se puede adoptar para reducir el conjunto de víctimas afectadas por violencia física a diario es, mediante una educación y concienciación a tiempo. Las manifestaciones que se han producido en los últimos días alrededor de toda España constituyen una muestra de que sí hay hogares en los que se educan a los hijos de forma sana y correcta, con el fin de lograr un buen funcionamiento de la sociedad civil española. La esperanza aún sigue presente. @mundiario

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