La violencia engendra mas violencia y sus soluciones tarde o temprano caducan

Manos.
Manos.

La historia nos dice que lo conseguido por la fuerza, sean colonias, imperios, dictaduras, o sumisiones, caducan, pese a lo cual mucha gente continúa imponiendo sus razones por ese medio.

La violencia engendra mas violencia y sus soluciones tarde o temprano caducan

Vivimos tiempos convulsos, violentos, tiempos de retroceso y no solo en cuanto a logros sociales. El terrorismo, como arma de desequilibrio del orden establecido en un intento de establecer otro nuevo que nunca lograría imponerse por vías democráticas, sigue vigente y creciendo. Hemos vuelto a la Guerra Santa como medio de expansión del Islam, o más bien del fundamentalismo, y ya no entran por España, ahora la guerra de religiones ataca lo mismo a nuestro país que a Estados Unidos, otros países europeos, África, Asia u Oceanía, nadie está a salvo, aunque no es esta la única manifestación violenta. El terrorismo islámico es solo una parte especialmente cruel por lo indiscriminado de sus acciones, pero que difícilmente superará las cifran de otras guerras de religión y nunca se aproximará a los muertos que produjeron las guerras del siglo XX. 

El caso es que la civilización ha avanzado tanto que se ha desarrollado un sentimiento de empatía y solidaridad que hace que cualquier forma de violencia cree en la mayoría un fuerte sentimiento de rechazo. El problema surge por la facilidad que hoy tienen los violentos de conseguir medios y ocasiones para ejercerla. Estamos asistiendo a las matanzas en mercados, bodas, oficinas, o en la cafetería o en la iglesia y sin motivo aparente más allá de un exacerbado fanatismo. Ahora hay niños que matan y niños que mueren, hay seguidores de partidos políticos que destrozan las instalaciones del rival o los amenazan de muerte, hay seguidores de equipos de futbol que golpean y matan, o, como ha ocurrido hoy con la diputada británica, que alguien muere por expresar sus ideas publicamente, esto en un mundo donde hasta los que arrancan con saña carteles de otros partidos políticas nos producen rechazo, como nos llena especialmente de ira la violencia de género, o contra ancianos o mendigos que son incendiados. Alarma y mucho esta violencia y también el ascenso de la extrema derecha que se aprovecha del discurso de las soluciones fáciles.

No parece que haya una solución fácil pero se nos ocurren un sinfín de cosas que podrían contribuir.  Sobran los videojuegos donde el protagonista se hace violento y gana cuanta más violencia ejerce, sobran muchas películas y series donde la violencia produce réditos y éxitos (en Suecia prohibieron en su día al pato Donald porque era sádico), sino para prohibirlas porque prohibir no gusta a mucha gente, pero al menos para no subvencionarlas, falta cortar de forma tajante cualquier forma de manifestación violenta en las escuelas, incluyendo el acoso, falta incidir más contra la violencia de género, contra el maltrato hasta a los animales, En general combatir cualquier forma violenta con mano firme y de forma general, no por parcelas. La violencia siempre la ejerce el fuerte contra el débil y muchas veces empieza en el hogar.

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