Viaje a los mares de la Antártida relata la aventura de Valentín Carrera hace treinta años

Antártida. / Mundiario
Antártida. / Mundiario

Crónica de la Primera Expedición Científica a la Antártida en 1986/87 en una edición ilustrada, publicada por Paradiso Gutenberg y distribuida por Latorre Literaria. El autor es colaborador de MUNDIARIO.

Viaje a los mares de la Antártida relata la aventura de Valentín Carrera hace treinta años

España llegó con 27 años de retraso al Tratado Antártico, firmado por doce países en Washington en 1959. España ingresó en 1988, tras algunas escaramuzas diplomáticas, gracias a la Primera Expedición Científico-Pesquera, realizada durante ochenta días en los mares antárticos por los buques Pescapuerta IV y Nuevo Alcocero, desde octubre de 1986 a febrero de 1987. El escritor y colaborador de MUNDIARIO Valentín Carrera, que ha vuelto a la Antártida, treinta años después, fue entonces el único periodista a bordo. La editorial Paradiso Gutenberg acaba de publicar una edición ilustrada, con un álbum gráfico, de su libro Viaje a los mares de la Antártida, la crónica humana y científica de aquella expedición, fructífera para España y para la Ciencia.

La llamada Campaña 8611, cuyos resultados ocupan un voluminoso tomo con artículos de oceanografía, biología, geología marina y otras especialidades, fue el pasaporte que abrió a España las puertas del Tratado Antártico en 1988. Conseguido el objetivo político, la campaña fue ninguneada y su relato olvidado. Esta segunda edición, cuando se cumplen treinta años del viaje de 1986/87, reivindica la importancia política y científica de aquella, en verdad, primera campaña española en la Antártida.

Portada de Viaje a los mares de la Antártida. / Mundiario

Portada de Viaje a los mares de la Antártida. / Mundiario

Valentín Carrera, que se encuentra actualmente en la Antártida, donde prepara un nuevo libro, a bordo del Hespérides, ha evocado desde Isla Decepción su recuerdo a los hombres de la mar: “Viaje a los mares de la Antártida es un tributo a marinos como los tripulantes del Pescapuerta y del Alcocero, con quienes tuve la suerte de convivir. Marineros esforzados y generosos a los que he visto encaramarse por los palos helados, aprestar los aparejos bajo la tormenta o hacer trenzas con cables de acero; y siempre otear el horizonte, aguardar un nuevo día bajo el cielo estrellado, otras navidades fuera de casa, con resignación impasible y el corazón puesto en sus hogares gallegos. Ellos son recuerdo perenne en mi memoria, “dignos para siempre de mi respeto”, como los hombres del Otago, con quienes Conrad cruzó la línea de sombra”.

La edición ilustrada de Viaje a los mares de la Antártida (Paradiso Gutenberg, 2017), distribuida por Latorre Literaria en las principales librerías, ha sido impresa por Sacauntos, con portada del diseñador gallego Denís Fernández, e incluye un álbum gráfico.

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