La verdad, ¿quién la necesita? A quién le importa cuando se puede tener cada día un minuto de gloria

El globo que se me escapó. / Maribel Zamudio
El globo que se me escapó. / Maribel Zamudio

Todo se ha vuelto efímero, perecedero, inexistente. Se ha vuelto irreal, como la perfección que busco y que no encuentro.

La verdad, ¿quién la necesita? A quién le importa cuando se puede tener cada día un minuto de gloria

Madre, estoy enferma. Ya no puedo vivir sin congelar mis momentos, sin querer dar al mundo la imagen perfecta de esa persona que no soy, la que vive encerrada en mí desde que tú te fuiste. Todo se ha vuelto efímero, perecedero, inexistente. Se ha vuelto irreal, como la perfección que busco y que no encuentro. Como los comentarios banales, carentes de sentido y de sentimientos. Carentes de verdad.

La verdad. ¿Quién la necesita? A quién le importa, cuando se puede tener cada día un minuto de atención, unos segundos de protagonismo.

Déjame que te muestre la mujer de mis sueños, la que siempre he buscado. La inexistente. La misteriosa sin ningún misterio. La de la máscara de acero. Voy a hacerte un collage con lo mejor de mí, lo que no soy y que me hubiese gustado. La que se me escapó en un globo, en dos… y en tres.

Voy a viajar en el tiempo. Me voy en el barco de Ulises, para vivir, revivir y recordar. Recuperar lo que no es mío, lo que nunca me perteneció. Lo que nunca tuve.

¿Sabes? Esta droga está permitida. No tiene precio. No tiene límites ni medidas. Sólo tiene publicidad. Se puede viajar y volar sin moverte de la silla, sin decir nada. Inerte, enjaulada en tu propio ego, el de tu vanidad, el de tus deseos.

Podré dormir cien años y ser Aurora en el país de Nunca Jamás y tú me enviarás un whatsapp por mi cumpleaños. Se me olvidará tu voz, aunque siempre me quedará tu retrato con el filtro del verano. Las sirenas enmudecerán y me enviarán un enlace. Podré escuchar nuestra canción y estaré contenta, porque al fin y al cabo… de mí te habrás acordado.

Comentarios