La venganza como única explicación

La noche
La noche
La lítost ha generado un caos que es imparable. Hollywood y sus finales felices son anacrónicos.
La venganza como única explicación

Hay una oscuridad en la Tierra que me hace sospechar de una venganza, a la manera de los Dioses del Olimpo o del Dios del Antiguo Testamento:  “El malvado urde intrigas contra el justo, y al verlo, rechinan sus dientes, pero el Señor se burla de él, sabiendo que se le acerca la hora.” (Salmo 37, 12-13)

Imagino por ejemplo que Tánato decidió terminar con Gea. Como nuestro Dios único cuando dijo “Voy a eliminar de la superficie del suelo a los hombres que he creado” (Génesis 6- 7).

Gea siempre fue displicente, no le importó que el Universo  se llenara de seres horripilantes,  que guerras y pestes la invadieran, siempre ella más allá de todos.

Entonces, Tánato empezó por llevarse de a uno a cientos de los más representativos del arte, del deporte y de la cultura. Argentina se quedó sin Maradona, sin Quino, sin Pino Solanas, sin Sergio Denis, sin el luthier Marcos Mundstock; México sin Manzanero, sin Chavez, sin el “loco” Valdez; Chile sin Sepúlveda;  Inglaterra sin Le Carré, España sin el querido Aute; Hollywood sin Sean Connery, Kirk Douglas y  Kenny Rogers;  Francia sin Pierre Cardin y Kenzo —que también lo perdió Japón. Italia sin Ennio Morricone. Le está dando a cada país donde más le duele. Y eso que estoy olvidando a cientos.  Nos robó a los seres queridos más sabios y ancianos.  Con un toque, sin violencia, Gea se va apagando. Y ni un arca le tiran como para meter a los mejores. Subestimó al Dios de la muerte, pensaba que él pertenecía al submundo y ella brillaría siempre  al sol.

Como Heatchcliff, el protagonista de 'Cumbres Borrascosas', Tánato la dejó hacer todo lo que quiso, y se apartó. Pero volvió con todo. Y estamos pagando las consecuencias. No hay nada peor que un Dios herido y subestimado.

Lítost es una palabra checa que no tiene traducción, explica Milan Kundera en 'El libro de la risa y el olvido'. Es el dolor producido por la visión de la propia miseria puesta en evidencia.

Lítost es una palabra checa que no tiene traducción, explica Milan Kundera en 'El libro de la risa y el olvido'. Es el dolor producido por la visión de la propia miseria puesta en evidencia. Es una mezcla de tristeza, autocompasión, nostalgia, humillación. Es indispensable esta palabra para comprender el alma humana, hecha a semejanza de la de los Dioses.

Irene, la protagonista de un cuento que escribí hace un tiempo, cae de sorpresa a visitar a su amante y nota que lo incomoda, que no la esperaba. Es claro su rechazo. Aún así, le cuenta que acaba de dejar a su marido y a sus hijos por él. Su amante se horroriza, trata de hacerla recapacitar. Decisiones así no se toman unilateralmente.  Irene se siente ridícula, ínfima.  Lo único que quiere a partir de ese momento es vengarse. Porque la venganza contrarresta la lítost. La anula. Iguala a los involucrados.

Hace un par de años, un ladrón me robó la cartera que yo llevaba en la canasta de mi bici. Él iba en una motito humilde. Vi cuando me la sacaba, pero sólo atiné a bajarme y ponerme a llorar. Tenía todo adentro: tarjetas, documento y el teléfono móvil con mi vida entera cargada en él. Me costaba creer que me hubiera robado en la cara, a pleno día. Se dio vuelta cuando me oyó gritar. Más tarde, cuando me tranquilicé, me puse a analizar su conducta. Su resentimiento. La vida lo habría golpeado, y yo representaba un mundo en donde él no tenía cabida y era rechazado.  Imaginé poder hablarle:

“No entendiste nada. Seguro pensás que a mí no me afecta que me robes la cartera, si vos no tenés ni para la comida de hoy, te rajaron del laburo, tu viejo es alcohólico, vos vas por un camino parecido y necesitás comprarte merca. 
Yo tuve una motito como la tuya, ¿sabés?. ¿Esa también se arranca dándole y dándole al pedal y se le empasta la bujía? No, claro, ya no vienen así. Yo te llevo muchos años, pibe.
También sé cómo el alcohol destruye una familia. ¿Viste cuando me puse a llorar y te diste vuelta para mirarme?  Si en ese momento hubieras vuelto… No estabas tan lejos, podríamos haber negociado. Porque yo sé que sentías culpa.”

Tan ridícula es la posibilidad de ese diálogo como que los cubanos sean escuchados, los laboratorios y los países renuncien a sus intereses para producir vacunas gratis para todo el mundo, haya paz en Medio Oriente, el football deje de ser un negocio para ser un deporte a disfrutar, los gobernantes olviden sus intereses personales y de poder en beneficio de los gobernados, los países del Primer Mundo no se beneficien con las guerras y la pobreza de los menos desarrollados.

La lítost ha generado un caos que es imparable. Salvo que Gea se ponga en el lugar del herido Tánatos, como yo con el ladrón. Y él le creyera y todo terminara con un The end de esos con los que nos íbamos del cine cuando éramos chicos. Y que los resentidos olviden su rencor y se conviertan en buenos como Jean Valjean, en Los Miserables, cuando el perdón del obispo Myriel lo redimió.

Hollywood y sus finales felices son anacrónicos. Y los mandatos de los libros sagrados nos hacen creer en culpas y venganzas.

Aceptar las pérdidas es casi inhumano. Por eso necesito explicarme todo en esta noche oscura, con mitologías, lítosts, y leyendas. @mundiario

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