Venezuela entre dos realidades: unos luchan por vivir, mientras otros derrochan en turismo
En los últimos 20 años, Venezuela se ha perdido completamente en una crisis política, social y económica, que para muchos cuesta comprender; situación que se agravó en los últimos 5 años, cuando más de 5 millones de venezolanos salieron de su tierra en búsqueda de oportunidades para sobrevivir. Hoy, parece que existen "dos venezuelas": quienes luchan para comer y los que disfrutan de lujosos viajes en el territorio haciendo turismo de película.
Aunque parezca ficción, en Venezuela con la crisis incrementada por la pandemia se reactiva el turismo este 11 de junio, según un comunicado de prensa del Ministerio de Turismo de Venezuela (MinTur), en el que a través de la Organización Mundial de Turismo, los países establecen la nueva normalidad tras la emergencia sanitaria mundial provocada por la Covid-19.
"En medio de la pandemia hacemos turismo", dijo Alí Paredes, Ministro de Turismo en Venezuela, una frase que parece sacada de un mal chiste; pues el país latino no se encuentra en condiciones para hacer turismo, a pesar de sus hermosas playas y paradisíacos paisajes: falta mucho camino por recorrer para reanudar buenos espacios de esparcimiento.
Recuperar el sector turístico para movilizar el aparato económico: ¿una utopía en Venezuela?
Si bien es cierto que la intención de recuperar el sector turístico para movilizar el aparato económico de Venezuela no es una mala idea, la realidad es que es imprescindible que el Gobierno y los entes encargados realicen un plan de inversión para reconstruir un país que esta en las ruinas y una sociedad que tiene más de 20 años sufriendo de una guerra política en la que solo pierde el pueblo.
Cruzar una calle en Venezuela da la sensación de estar en Dubái o en alguna de las más peligrosas barriadas del Brasil. Depende de que lado lo vivas. Del venezolano que era de clase media y ahora vive en extrema pobreza; de los que rebuscan entre la basura para llevarse algo a la boca. O de los que disfrutan de las edificaciones modernas, las tiendas de lujo y los supermercados repletos de comida importada que el venezolano común no puede comprar: los pagos se realizan en dólares, moneda no oficial en la economía venezolana.
Quizá también te interesa:
Venezuela vive una crisis comparable a la de África: el 96% de la población es pobre
Son pocos los venezolanos que tienen la suerte de ganar en divisa extranjera pues los salarios se mantienen en bolívares, una moneda devaluada que en mis palabras "no tiene valor alguno", debido a la hiperinflación ocasionada por las erradas políticas económicas implantadas por el régimen que se mantiene desde hace más de 20 años; siendo una de ellas la creación de un sistema para regular y distribuir los dólares y otras divisas que ingresen a las cuentas del Estado; limitando a la ciudadanía el acceso a las diferentes divisas, con un control cambiario hermético y manejado a conveniencia de la élite Gobernante.
Este país Latinoamericano cuenta con lugares maravillosos pero, para poder llevar turistas a un territorio en crisis, primero los gobernantes deben trabajar en aquello que quieren esconder: la verdad del venezolano que lucha, no para pagar un viaje de lujo, sino para sobrevivir; en palabras propias sería "barrer y esconder el sucio bajo la alfombra".
¿Por qué no activar las escuelas? ¿Por qué no invertir en medicamentos?
Antes de promover el turismo, ¿por qué no activar las escuelas? La generación que crece ahora en el país caribeño no cuenta ni con los servicios básicos. La precaria vida de la mayoría de los venezolanos los lleva a la desesperanza y los convierte en un objeto fácil de manipular con una "bolsa de comida" o a tomar la dura decisión de abandonar su país.
¿Por qué no invertir en medicamentos? Cada día mueren niños, jóvenes y adultos, no sólo de Covid-19, sino de una pandemia que lleva radicada en el país desde hace más de 20 años; los médicos venezolanos trabajan con lo poco que tienen para salvar a los ciudadanos cada día; lloran tras ver morir a uno de sus pacientes por no contar con las herramientas para curarle.
¿Por qué no invertir en la producción Nacional? Al incentivar la industria interna, tanto pública como privada, para reactivar la producción de alimentos básicos, reanudar la agricultura y ganadería; para garantizar la soberanía alimentaria de los venezolanos y así no depender de la importación de productos de alto costo.
Con una optima política de producción alimentaria, se podría frenar la desnutrición avanzada en los más pequeños, situación que les causa deformidades y enfermedades que los llevan a la muerte a una muy temprana edad.
Una bofetada a la pobreza
Irreal pero cierto, familiares de políticos, militares de altos rangos y los llamados "enchufados" muestran sus lujosos coches al transitar por las calles de Caracas, la Capital de Venezuela, Ferrari, Lamborghini, camionetas de alta cilindrada blindadas entre otros; siendo sólo uno de los grandes lujos que disfrutan con el dinero de todo un país.
Aunque es cierto que Venezuela cuenta con lugares mágicos para visitar y hacer turismo como es el Salto Ángel, considerada la cascada más alta del mundo y Patrimonio de la Humanidad; El Monte Roraima, montaña enorme y poderosa situada en la frontera con Brasil y Guyana. También nos podemos encontrar con Cayo Sombrero, un lugar idílico del Caribe venezolano; El Amazonas, mística y legendaria, la selva más grande del mundo; entre muchos otros lugares para visitar.
Considero que no es el momento oportuno para reactivar el turismo en Venezuela, tomando en cuenta que hay otras prioridades en las que se debe invertir para levantar un país que agoniza a causa de una mala gestión que se perpetua desde hace más de dos décadas. @mundiario