El Vaticano siente "vergüenza" tras el escándalo sexual de Pensilvania

La Corte Suprema de Pensilvania, en Estados Unidos, tras dos años de investigación presentó a comienzos de semana un informe que recogió 300 casos de sacerdotes pederastas nada menos que en seis diócesis. Asimismo, se reveló la complicidad de la Iglesia católica durante siete décadas.

Finalmente, luego del escándalo suscitado por las investigaciones del FBI sobre abusos sexuales sufridos por más de 1.000 menores y un silencio preocupante, el Vaticano se ha pronunciado al respecto. Este jueves, la Santa Sede expresó "vergüenza y dolor" y aseguró que el papa Francisco está del lado de las víctimas.

"Las víctimas deben saber que el papá está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad y la Iglesia quiere escucharlos, para erradicar este trágico horror que destruye la vida de inocentes", apuntó el portavoz del Vaticano, Greg Burke.

¿Puede haber algo positivo dentro de todo esto?

Para el periodista estadounidense y actual director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sí. Según Burke, lo único "bueno" del informe es que, si bien "se refiere a abusos cometidos antes de los primeros años 2000", se han encontrado "apenas casos después del 2002". Esto último, según el corresponsal norteamericano, no hace más que confirmar "cómo las reformas hechas por la Iglesia Católica en Estados Unidos han reducido drásticamente la incidencia de los abusos cometidos por el clero"

Aprender del pasado y medidas a tomar

"La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado y debería haber asunción de responsabilidad tanto por parte de los abusadores como de los que permitieron que se produjera", señaló el comunicado. Recordemos que en el informe, el jurado condenó que todos los casos fueron dejados de lado por la jerarquía católica, que optó por defender, sobre todo, a los "sacerdotes depredadores" y a la institución. @mundiario