La vacuna de Moderna contra la Covid-19 produjo una fuerte respuesta inmunológica en voluntarios

descarga
Una muestra experimental de la potencial vacuna de la famacéutica Moderna contra el coronavirus Covid-19 / RTVE.es
Es así como la humanidad está a punto de entrar en la última fase del período de investigaciones y de una carrera científica contrarreloj por la supervivencia y la reversión de su actual crisis global. 
La vacuna de Moderna contra la Covid-19 produjo una fuerte respuesta inmunológica en voluntarios

Los paradigmas del desarrollo y el avance de la humanidad en los diversos campos de la vida y de su función como sistema de inteligencia conjunto en el ecosistema global, son uno de los pocos elementos de la globalización que no han sido absorbidos por el voraz ciclo biológico de la pandemia de coronavirus. 

Aunque la economía y las conexiones comerciales internacionales se hayan desglobalizado por el impacto de la crisis, la postmodernidad sigue su curso, y un ejemplo claro de ello es la carrera contrarreloj que las grandes potencias científicas, tecnológicas y económicas del mundo llevan a cabo para dar con la vacuna que le devolverá la normalidad a la naturalmente agitada dinámica humana. 

La vacuna contra la Covid-19 es el actual elemento que posiciona a las dos grandes potencias del sistema capitalista global y del sistema mundo; Estados Unidos y China, en otra guerra diplomática e incluso geopolítico por el control comercial de ese producto que le dará mucha influencia al país que primero lo distribuya en la población mundial. 


Quizás también te interese:

Científicos de Oxford publican que su vacuna genera una rápida respuesta de anticuerpos contra el SARS-CoV-2


Y es que la ciencia avanza tan rápidamente, que tras el anuncio de la farmacéutica estadounidense Moderna sobre una prueba exitosa en ratones que desarrollaron anticuerpos neutralizadores contra el SARS-Cov-2 (nuevo coronavirus), un reporte publicado esta semana en la prestigiosa Revista Médica de Nueva Inglaterra indica que “la vacuna de la compañía Moderna produjo una fuerte respuesta inmunológica en 45 voluntarios” y que ya está lista para “avanzar a la fase 3”, que es la etapa final del estudio para comprobar su efectividad en la inmunización del organismo humano contra ese virus.

La semana pasada, el mundo observó con esperanza cómo la farmacéutica anunciaba el éxito de la prueba en ratones, pero ese reporte de la Revista Médica precisó, pocos días después (posiblemente por decisión de la compañía), que se adelantó una prueba preliminar en seres humanos y los 45 voluntarios que se sometieron a la inyección lograron crear anticuerpos que limitaron la expansión del coronavirus en su organismo. 

¿Cuánto camino falta para la vacuna definitiva?

A partir del 27 de julio, es decir, el próximo lunes (última semana de julio), comenzarán las pruebas a gran escala en más de 100 pacientes infectados, por lo que se espera que, de desarrollar anticuerpos y mantener la inmunización por un un período prolongado, la farmacéutica Moderna produzca el lote inicial de 1.000 millones de dosis anuales de su vacuna contra la Covid-19, según lo había anunciado el pasado viernes.

La influencia de EE UU en esta carrera científica-biológica mundial

La distribución se hará hacia España con un cargamento de 500 millones, para luego distribuirlas a los demás países de Europa y de ahí hacia el resto del mundo. Sin embargo, no se descarta que Moderna pueda actuar bajo las directrices administrativas y comerciales del Gobierno estadounidense, pues sus claros intereses geopolíticos podrían configurar un esquema sanitario que excluya a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a China del programa mundial de vacunación contra el coronavirus debido a la reciente salida de EE UU del organismo y el cese de su aporte financiero a este tras la acusación que Washington hiciera contra la OMS de estar, presuntamente, subordinada y en complicidad con la potencia asiática, cuyo Gobierno es señalado de ocultar información y cifras reales de la Covid-19, así como de anunciar su existencia tres meses después de su aparición en China en octubre, según reportes de inteligencia de EE UU y la denuncia de una viróloga china exiliada por esa situación. 

El estudio de esta potencial vacuna fue antecedido por la aprobación del Gobierno de Donald Trump al inicio de las fases experimentales de Moderna con la inyección de 500 millones de dólares en presupuesto por parte de la Casa Blanca para que la farmacéutica agilizara el hallazgo del antiviral (el origen de esos fondos podría estar compuesto por la recaudación de impuestos del Gobierno estadounidense, sus ingresos en exportaciones tecnológicas-industriales y paquetes de liquidez emitidos por la Reserva Federal, que es el banco central del país norteamericano).

¿Cómo ha funcionado hasta ahora?

Según detalló la cadena CNN con información de la Revista Médica de Nueva Inglaterra, encargada de la difusión de cada etapa del proyecto de Moderna, a los 25 días de la aprobación, los científicos del laboratorio prepararon el primer lote de vacunas para ser probado. Luego, a los 42 días, lo enviaron a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos para que fuese examinada y aplicada en voluntarios humanos.

A partir de ese momento se daría inicio a los patrones epidemiológicos positivos que mostraban una tendencia creciente del antiviral en la reproducción de anticuerpos, que forman una barrera protectora con células que inhiben (bloquean) la capacidad de multiplicación y replicación de las células del virus cargadas con enzimas y el patógeno que desencadena los síntomas.

Finalmente, en los 45 voluntarios que recibieron la vacuna se produjo una potente cantidad de anticuerpos, que según la Revista Médica, fue hasta dos veces más alta de la obtenida cuando una persona se infecta naturalmente con el coronavirus, pues al superar la enfermedad, desarrolla anticuerpos de forma genética y espontánea en las células, pero en un volumen menor que el que provoca la vacuna de Moderna. 

Es así como la humanidad está a punto de entrar en la última fase del período de investigaciones y de una carrera científica contrarreloj por la supervivencia y la reversión de un proceso biológico que tiene en lenta descomposición a nuestra civilización. Si la fase 3 resulta exitosa, el planeta celebrará una nueva era en la cual la salud pública global será una política de estabilidad mundial mucho más fuerte de lo que era antes de la pandemia y esta etapa histórica de alteración absoluta del sistema de vida. @mundiario

Comentarios