La Unión Europea se queda sola en su lucha contra el cambio climático

Contaminación en Barcelona. RR SS
Contaminación en Barcelona. / RR SS
Doscientos países se reúnen en la Cumbre del Clima que se celebra en Madrid para buscar soluciones al cambio climático que afecta a múltiples países y afectará a muchos más.
La Unión Europea se queda sola en su lucha contra el cambio climático

Este martes se incorporó la activista Greta Thunberg después de atravesar el océano Atlántico  en barco de vela y España en tren, lo que es una muestra de compromiso con el medio ambiente aunque poco útil en el mundo real que ya no puede viajar como hace 500 años porque no dispone de tiempo. Mucho más esperanzador y menos frustrante sería que los países que más contaminan hubiesen enviado sus máximos representantes y se tomasen esto en serio. Las ausencias de Estados Unidos, China (que aporta el 29% del CO2 que se produce), la India, Rusia o incluso Gran Bretaña que ya tiene un pié fuera de la UE, nos lleva a pensar que los acuerdos de París serán abandonados y por lo tanto aunque Europa decida tomar medidas para reducir la contaminación al 50% para 2030, el mundo seguirá contaminado.

Existe un debate entre los que defienden que el ser humano es el responsable del cambio climático y los que lo niegan, a lo que se añade la singularidad de Trump que niega que exista tal cambio. Los que están en contra son los grandes productores de pretróleo y gas y los países donde están las grandes multinacionalea que quieren aprovechar el enorme beneficio de los combustibles fósiles mientras no se acaben. En realidad la Tierra nunca necesitó al hombre para eliminar la vida tantas veces como quiso ni tampoco para hacer glaciaciones. En el Monte de San Pedro de A Coruña puede verse las marcas de adonde llegó el mar en períodos con hielo en  unos extensísimos polos o cuando se habían derretido. Para cambiar el clima solo se necesita que algunos volcanes muestren su furia, un terremoto desplace algún grado el eje de la Tierra, o que cambie una corriente marina que son las que junto con el sol determinan el clima.

Por eso el debate no debería ser si somos o no culpables del calentamiento global, sino si pensamos seguir apoyando el cambio con nuestro aporte a la contaminación que tantas personas mata cada año con un coste enorme, o si estamos dispuestos a emplear toda la tecnología actual a nuestro alcance para tratar de evitarlo, en otras palabras, si estamos dispuestos a parar el cambio climático si es que somos capaces y sin preocuparnos de como llegamos aquí sino de revertirlo. Da igual si fueron los coches, las fábricas o las vacas, el calentamiento está aquí y debemos parar la producción de CO2 entre todos. La solución existe aunque es cara. La energía de fusión nuclear (no la fisión que se utiliza hoy) y los motores de hidrógeno solucionarían el problema pero estas tecnologías están poco desarrolladas porque hay demasiados intereses en juego y la vida es corta. No es lógico pensar que países como EEUU, Rusia o los países ricos con el petroleo del Mar del Norte, vayan a desarrollar  tecnologías que les lleven a la ruina pero los científicos seguirán luchando como si fuera un cáncer y lograrán descubrir algo que nos permita eliminar el carbón o sus derivados y ya están cerca, solo falta la voluntad de financiarlos, algo que por lo que se ve solo interesa a Europa.

Con todo lo más preocupante es lo que menos preocupa, la sobrepoblación. Se reune el mundo entero para reducir las emisicones de los derivados del carbono, el azufre o el nitrógeno pero no se explica como lograrlo con un aumento previsto de 3.000 millones de habitantes en 20 años (hemos pasado de 1.000 a 7.000 en  cien años). Se supone que esos tres mil millones de personas van a consumir productos fabricados, a circular con sus coches que aunque fueran no contaminantes habría que construirlos contaminando, comerán carne y/o vegetales que requerirán cantidades ingente de un agua que escasea provocando grandes e imparables  movimientos migratorios, y la Tierra protestará de alguna manera. A parte de todo lo que se haga para reconducir la situación actual, el futuro se corrige evitando el cambio climático que con 10.000 millones de habitantes se producirá inevitablemente. 

Dos son los grandes problemas que el mundo debe afrontar, la sobrepoblación,que no puede crecer sin fin por falta de depredadores, y que no es culpa de Europa, y el reparto de la riqueza en un mundo robotizado, un debate olvidado que estuvo de moda hace cien años y que la sociedad de consumo de la posguerra ha ido aplazando pero que volverá porque el trabajo está dejando de ser el metodo adecuado de reparto salvo que lo que se reparta sea el propio trabajo. Los dos problemas requieren soluciones globales, de consenso mundial, y por lo que vemos en la Cumbre del Clima, el medio mundo más rico y poderoso ha decidido ir a su bola. Esperemos que la vieja Europa lleve cordura a sus cabezas, paremos ya de producir CO2 y planifiquemos el futuro si intereses personales. Ahora más que nunca necesitamos políricos que miren al futuro y olviden intereses personales o locales. El mundo se ha globalizado. @mundiario

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