Las tribus de los nativos americanos en el Noroeste (II)

Mojave.

Vivían en las orillas del río Colorado.

Fueron visitados por los españoles Hernando de Alarcón en 1540 y por Juan de Oñate en 1605. En 1775 Francisco Tomás Garcés (el primer europeo en ver el Gran Cañón del Colorado) los utilizó como guías para atravesar el cañón del río Colorado.

Vivían en asentamientos rurales, muy familiares, eran entonces 70.000 nativos. Se dedicaban a la agricultura del maíz, trigo, habas y melones. Pero también pescaban y destacaban por su alfarería.

Tenían una sociedad secreta con guerreros escuderos, lanceros y arqueros.

Desde 1865 viven en la reserva de Fort McDowell, Arizona. Actualmente son unos 5.000 nativos.

Suquamish.

Tribu que ocupaban el territorio del actual estado de Washington, en el sur de Coast Salish. Se alimentaban preferentemente de la pesca de los cercanos ríos. Ocupaban casas de madera debido a las lluvias y el frío en los inviernos de la zona, en el actual Puget Sound. En verano ocupaban espacios más lejanos.

En 1792 George Vancouber visita el área y se reúne con miembros de la tribu. Los primeros asentamientos de europeos son del principio del siglo XIX.

En 1853 el gobierno crea el Territorio de Washington y empieza a negociar firmar tratados con las tribus de los Suquamish y los Duwanish para la compra de las tierras.

Los Suquamish firman el acuerdo de Point Elliot en 1855 y ceden sus territorios pero conservan la Reserva India de Port Madison. Sus jefes fueron Kitsap, luchó contra los Cowichan en 1825 en la Isla de Vancouver. Otro jefe fue Scheweabe.

Duwanish.

Significa “Gente del interior”. Fueron los antiguos habitantes de Seattle, la actual capital del estado de Washington, llamada así en honor del jefe Seattle. En 1855 los Duwanish al firmar el Tratado de Elliot, no fueron a las reservas y siguieron con sus ancestrales costumbres.

Jefe Seattle (1786-1866).

Nació en 1786. Hijo del jefe de los Suquamish Scheweabe. Su madre era de la tribu Duwanish. Fue un joven líder guerrero que derrotó a los Chemakum. Era fuerte y alto, medía 6 pies. Se llevaba bien con los colonos, amigo de Doc Maynard, se convirtió al catolicismo.

Fue un buen orador. Firmó la cesión de las tierras para no luchar contra el ejército. Murió en 1866 en la reserva de Port Madison.

En 1855 el 14º presidente de los EEUU Franklin Pierce propone a los nativos americanos Duwamish, en el oeste, estado de Washington, que vendan sus tierras a los colonos blancos y pasen a una reserva.

El jefe Seattle de los Duwamish le contesta en un discurso en lo que hoy se considera un manifiesto impresionante del sentir de muchos nativos americanos injustamente expoliados de sus tierras y masacrados sus derechos en la sangrienta colonización auspiciada por el gobierno norteamericano.

Después de más de 150 años el discurso completo (se le atribuye, aunque lo describe un periodista) no tiene desperdicio, pero veamos que dice el Jefe Seattle…………

“Sabemos que no necesita de nuestra amistad....quizá el hombre blanco nos arrebate las tierras con sus armas de fuego”.

“¿Quien puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?”.

“Tenéis que saber que cada trozo de tierra es sagrado para mi pueblo”.

“Dios debe amar a vuestro pueblo y abandonar a sus hijos rojos”.

“No, nosotros somos razas diferentes”.

“....los ríos son nuestros hermanos. Si os vendemos la tierra tendréis que recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos…”

“...el murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.”

“hambriento, el hombre blanco acabará tragándose la tierra...”

“la vista de vuestras ciudades hiere los ojos de mi gente. Quizá porque el piel roja es un salvaje y no lo comprende. No hay silencio alguno en las ciudades...”

“cuando el último de mi gente haya desaparecido....éstas riberas y bosques estarán pobladas por el espíritu de mi pueblo”.

“he visto miles de búfalos muertos a tiros sin sentido desde las caravanas..... yo soy un salvaje y no puedo comprender como el caballo de hierro (tren) puede importar más que el búfalo , al que solo matamos para sobrevivir”.

“Si os llegamos a vender nuestra tierra, amadla-como nosotros la hemos amado-cuidad de ella-como nosotros la cuidamos y conservar el recuerdo de esta tierra tal como la entregamos”.

“¿Dónde está el bosque espeso? desapareció. ¿Qué ha sido del águila? desapareció. Así se acaba la vida y solo nos queda el recurso de intentar sobrevivir.

Jefe Seattle.