De cómo las transfusiones de sangre pueden ayudan a los pacientes con Alzheimer

Tranfusiones de sangre. Pexels
Tranfusiones de sangre. / Pexels

Un estudio reciente ha revelado que las infusiones de plasma sanguíneo de donantes jóvenes a personas con Alzheimer serían útiles para mejorar funciones determinantes como la capacidad para recordar tareas esenciales.

De cómo las transfusiones de sangre pueden ayudan a los pacientes con Alzheimer

Las transfusiones de sangre de jóvenes pueden tener un increíble efecto beneficioso en los pacientes que padecen Alzheimer. Así lo ha dejado claro un estudio desarrollado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, que ha querido dar luz sobre el poder que las infusiones de plasma sanguíneo donado por personas entre 18 y 30 años han tenido en quienes padecen esta terrible enfermedad.

El estudio ha revelado que las transfusiones podrían ser ideales para mejorar la mayoría de los síntomas de la patología crónica. El informe titulado Plasma para la Mejoría de los Síntomas del Alzheimer (PLASMA), da cuenta de una fase experimental, en la que los científicos pudieron descubrir que las infusiones de "sangre joven" permitieron a los pacientes recordar cosas tan aparentemente “simples” como las horas en que deben tomar sus medicamentos, preparar sus propios alimentos y pagar sus facturas.

La razón es sencilla: el plasma joven mejora los receptores en las pruebas de capacidad funcional, por lo que funciona como un potente agente para aumentar la capacidad de realizar tareas básicas esenciales para la vida diaria independiente.

Infografía sobre los números del Alzheimer. / Yotube 

Este estudio estuvo basado en la hipótesis de Tony Wyss-Coray, un profesor de Stanford e investigador sénior del Sistema de Cuidado de Salud de Palo Alto para Veteranos, que durante años había estado trabajando en una tesis: algunos factores en la sangre de ratones jóvenes pueden rejuvenecer los tejidos cerebrales y mejorar el desempeño cognitivo en ratones viejos. Partiendo de esta premisa, los investigadores pusieron en marcha el nuevo análisis y expandieron las conclusiones previas. “Me emociona ver que es seguro proporcionar repetidamente infusiones de plasma a personas mayores con la enfermedad de Alzheimer y que podemos seguir adelante con estudios más amplios", expresó Wyss-Coray.

Las pruebas duraron apenas cuatro semanas y fueron aplicadas a un pequeño grupo de 18 de pacientes. Los resultados terminaron siendo sorprendentes para toda la comunidad involucrada, que no esperaba encontrar resultados significativos y menos en un periodo tan reducido. "Eso me sorprendió", reconoció Sharon Sha, profesora clínica asociada de Neurología y Ciencias Neurológicas de Stanford y principal investigadora del estudio.

Sin embargo, Wyss-Coray, ha dejado claro que la comunidad científica no debe dejarse llevar por la emoción del hallazgo y continuar trabajando exhaustivamente hasta concretar pruebas más determinantes. “Nuestro entusiasmo con respecto a estos hallazgos necesita ser moderado por el hecho de que éste fue un pequeño ensayo", concluyó Sha, al tiempo que aseguró que estos resultados "garantizan futuros estudios". @mundiario

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