Cinco trabajos comunes que pueden acabar con tu vida

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Palomitas de maíz. Comerlas no es un problema, pero crearlas si lo es. / Pixabay.

Desde hacer palomitas de maíz hasta construir casas. Un reciente estudio revela que, a veces, los trabajos normales pueden ser los más peligrosos.

Cinco trabajos comunes que pueden acabar con tu vida

Un estudio publicado en la revista especializada The Lancet revela como unos trabajos que parecen ser comunes y hasta fáciles pueden terminar con la vida de hasta 500.000 personas. En la revisión científica participaron más de una decena de centros internacionales y en conjunto demuestran como algunos empleos pueden ser una vía de exposición directa a elementos que generan graves enfermedades pulmonares.

Los distintos centros científicos se concentraron en detallar aquellos trabajos que terminan ocasionando patologías respiratorias, las cuales acaban con dos millones de trabajadores al año y es la tercera enfermedad más recurrente en el ámbito laboral. El objetivo del trabajo es llamar la atención y sensibilizar a las personas para que comprendan que aunque parecen inofensivas, estas enfermedades pueden acabar con la vida de muchos.

Las palomitas de maíz son peligrosas

Las deliciosas palomitas que a todo el mundo gusta durante una película pueden quitarles la vida a unos cientos de miles. El alimento en cuestión no es peligroso, pero si el proceso para crearlas. Para que las palomitas tengan ese sabor específico que tanto gusta, antes de debe de pasar por un proceso industrial en el que las fábricas emplean un condimento llamado diacetil. Ingerir el condimento no es un problema, pero si lo es cuando lo están preparando y lo someten a altas temperaturas, el diacetil se termina evaporando e inhalarlo puede afectar gravemente los bronquios de los trabajadores.

El estudio señala un caso del año 2000, en donde ocho trabajadores de una fábrica de Missouri, Estados Unidos, presentaron bronquiolitis obliterante por inhalar excesivamente el condimento; así mismo, detallan otros casos similares en panaderías y compañías de papas fritas y galletas.

El fracking de las grandes empresas

La técnica que consiste en la extracción de gas es otro de los mayores problemas que afectan la respiración. Los trabajadores se encargan de extraer el gas y el petróleo del subsuelo; para lograrlo destruyen la roca en donde se encuentran por medio del agua y muchos productos químicos a presión. Las distintas combinaciones quedan en el aire que gracias al viento se termina esparciendo por todos lados y ocasionan asma, silicosis o incluso el cáncer.

Decolorar tejidos es riesgoso

Algunas fábricas utilizan el chorro de arena para descolorar los jeans; la técnica puede provocar partículas volátiles que los empleados inhalan sin darse cuenta. Entre los problemas señalados en el estudio se encuentran el deterioro de la función pulmonar y casos graves de silicosis severa. Lo interesante es que los daños que ocasiona la técnica son conocidos y se encuentran prohibidos en casi todo el mundo, pero en fábricas de Bangladesh, Pakistán y China aún se utiliza el chorro de arena y no parece que vayan a parar.

La tecnología y sus pantallas de cristal líquido

Las pantallas de cristal líquido o LCD que son utilizadas en distintos dispositivos electrónicos tienen un componente llamado óxido de indio. Los trabajadores se ven expuestos a enormes cantidades de ese material durante la fabricación de las pantallas y pueden ocasionarles un daño irreversible en los tejidos pulmonares que se terminan inflamando y destruyendo.

Construir casas es otro problema

Desde hace mucho tiempo se utiliza, ya con poca frecuencia, el amianto para la construcción de casas y edificios. Era el material predilecto de las constructoras en el siglo XX, pero desde los años 40 se sabe del peligro que representa para salud pública y fue prohibido en Estados Unidos. En la revisión científica, los equipos de investigación se dieron la tarea de analizar a viejos usuarios del material, los cuales llegan a sufrir de enfermedades como cáncer de pulmón, asbestosis y mesoteliomas. A pesar de haber sido vetado por la Unión Europea en 2005, el material aún es utilizado y según señalan los expertos, desde el presente año hasta el 2035, se conocerán más casos de enfermedades causadas por el amianto.

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