Desde la Torre de Hércules, ¡Feliz Navidad y año 2019!

Torre de Hércules. RR SS
Torre de Hércules. RR SS

Ha jugado con las olas que la salpican, las gaviotas,  el viento ululante que intenta intimidarla, con el sol que pugna por  deslumbrarla en los largos atardeceres del verano.

Desde la Torre de Hércules, ¡Feliz Navidad y año 2019!

La Torre de Hércules, asentada en el promontorio en el que yace Gerión, es mudo testigo del discurrir del tiempo en el extremo más occidental de Europa. Ha contemplado luchas, amores escondidos, juegos de niños, visitantes anónimos, el afán de los pescadores, naufragios, plácidos días y tempestades tenebrosas, barcos perdidos,  barcos con rumbo, penas y alegrías, ... Ha jugado con las olas que la salpican, las gaviotas,  el viento ululante que intenta intimidarla, con el sol que pugna por  deslumbrarla en los largos atardeceres del verano.

Conoce el lenguaje del viento, del color del mar, del cielo y de la forma de las nubes,  de modo que no hay temporal que la sorprenda. Si paseas por su entorno y escuchas atentamente, oirás su voz, que te paseará por la historia de ciudad.

Sus recuerdos se detienen –hay que ser comprensivos con su edad- en el año 1208, cuando el Rey Alfonso IX compra, tal vez a la Iglesia, el territorio de la Península y su istmo, que   se convierte en protegido por el Rey y  concede al esta lengua de tierra los derechos del Fuero de Benavente, uno de los cuales era el gobierno en régimen de concejo abierto.

Conserva en su memoria el nombre de sus ilustres y pacíficos visitantes –“todos los que vinieron admiraron mi natural elegancia”-, recuerda coqueta: Isabel y Fernando, Carlos I, Felipe II, los Medici, Juana y Felipe el Hermoso, Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XII, Alfonso XIII,  Duque de Edimburgo, John Adams futuro presidente de EE.UU.,... No puede olvidar al Conde de Sandwich, pues un miembro de su séquito dibujó la costa de  la península que la sostiene y a ella misma.

Vio partir expediciones científicas importantes para la humanidad: la de Juan Sebastián Elcano a principios del siglo XVI en dirección a Las Islas Molucas, en busca de la ruta de las especias; la del Doctor Balmis en 1803 hacia América con la vacuna de la viruela; la de Alexander von Humboldt en 1799, quien durante su corta estancia en Coruña realizó una descripción geográfica del golfo Ártabro y analizó la temperatura del mar en la zona, el decrecimiento calórico en las capas de agua, corrigió en el Atlas Marítimo las posiciones de A Coruña y Ferrol, describió la Torre de Hércules y estudió la flora de la zona.

La amargura y el sufrimiento se apoderan de nuestra dama  de ella al recordar ciertos acontecimientos: llegada de los restos de la Armada Invencible: “dice la leyenda -su voz es un susurro-, que uno de sus soldados derrotados era Lope de Vega, pero no me hagas mucho caso, porque me falla la memoria”.

Asoma a sus ojos una  rabia contenida al recordar a Norris y Drake, que asolaron la ciudad en 1589,  la invasión del ejército francés y la batalla de Elviña en 1809.

También conserva en sus entrañas la tristeza producida por la llegada de miles de soldados españoles enfermos, heridos y desmoralizados, procedentes de Cuba, entre 1895 y 1899.

Su coquetería la hace contonearse cuando recuerda al ingeniero italiano  Giannini: “¡Aquel conquistador italiano que a finales del siglo XVIII,  cambió mis ya marchitas curvas por la estética actual, sencilla a la par que elegante y majestuosa!”

Habla con orgullo  de las importantes transformaciones urbanísticas de la ciudad en el último tercio del siglo XVIII y recuerda con nostalgia el nacimiento de la Coruña moderna a finales del siglo XIX.

No pierde su compostura mientras habla, pero observo en sus ojos un rictus de cansancio y de emoción. Para terminar le pregunto: ¿De qué se siente más orgullosa, señora? No duda, reacciona con la agilidad mental de su juventud romana: “Formo parte del escudo de la ciudad y soy su símbolo desde, al menos, el siglo XV y, probablemente, desde el principio de su existencia. Se conserva el sello del Ayuntamiento  de aquella época y en él  aparezco con mi forma cilíndrica, antes del lifting al que me sometió Giannini.” 

Desde la Torre de Hércules, ¡Feliz Navidad y año 2019!. @mundiario

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